Después de fallar en dos casos, la Corte Suprema confirmó las políticas religiosas de la administración Trump para los empleadores. Esto podría dejar a las mujeres sin anticonceptivos gratuitos y a miles de ellas sin la opción de demandar a sus empleadores por discriminación. 

A medida que las elecciones se acercan, también lo hace el significado de este fallo para el Presidente Donald Trump, quien está listo para la reelección, y ha recurrido a este tipo de medidas para asegurar su base de seguidores evangélicos, un grupo que ha mantenido durante toda su presidencia.

Es sorprendente que en el tiempo progresivo que se supone que vivimos, algo tan popular y beneficioso como el control de la natalidad está siendo atacado por los funcionarios del gobierno.

El fallo de la Corte Suprema permite a los empleadores y a las universidades declararse exentos del Affordable Care Act (ACA), la histórica ley que exige que el seguro médico cubra el control de la natalidad sin un copago. 

Según esta ley, las sinagogas e iglesias están exentas del mandato de control de la natalidad, pero las organizaciones sin fines de lucro como las universidades, las organizaciones benéficas y los hospitales con afiliación religiosa no están exentas. La administración Obama había promulgado una disposición de "exclusión voluntaria" para los empleadores que se oponían a la ley por motivos religiosos.

En 2017, los tribunales inferiores habían respaldado los cambios propuestos para permitir que más empleadores optaran por no proporcionar la cobertura gratuita de control de la natalidad que exige la ley.

Los grupos conservadores aplaudieron la decisión, incluida la Casa Blanca. 

"El fallo de hoy de la Corte Suprema es una gran victoria para la libertad religiosa y la libertad de conciencia", dijo la portavoz Kayleigh McEnany.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que era un "malentendido fundamental" de la ley de salud.

Sin embargo, el asunto no termina ahí. La administración Trump aún busca anular completamente la Ley de Cuidado de Salud Asequible de la era de Obama, instando a los jueces para que los respalden en su desmantelamiento. El caso está programado para ser discutido en los tribunales en octubre. 

El fallo del miércoles, apoyado por el gobierno, afectaría a unas 70.000 mujeres que perderían la cobertura del control de la natalidad en un año, haciendo a muchos preguntarse la vigencia de la separación de la iglesia y el estado en el país.