Nunes comunicó durante el mes pasado que se encontraba en posesión de información clasificada recolectada durante un proceso de vigilancia llevado a cabo por las agencias de inteligencia norteamericanas sobre el equipo de transición de Trump, según reporta The Daily Beast.

En respuesta a las acusaciones sobre su conducta, Nunes declaró que “los cargos son completamente falsos y motivados políticamente, y están siendo nivelados justo en el momento en el que el pueblo americano comienza a conocer la verdad sobre el desenmascaramiento impropio de las identidades de los ciudadanos y otros abusos de poder”, según continúa el medio.

Breves momentos después, el vocero Paul Ryan dijo que habría apoyado la decisión y que el Diputado Mike Conaway de Texas dirigiría a partir de ahora la investigación del Comité de Inteligencia Nacional, y que Nunes permanecerá con su puesto en el Comité.

Ryan agregó que confiaba plenamente en la integridad y la dedicación de Nunes dentro de la comunidad de inteligencia. “Está claro que este proceso será una distracción para el Comité de Inteligencia Nacional frente a la investigación sobre la intervención de Rusia en nuestras elecciones”, continúo Ryan, según un reporte de The Atlantic.

Nunes fue estigmatizado por los Demócratas y habría recibido grandes críticas por parte de los Republicanos por sus posturas al lado del Presidente Trump. Días después de que el Director del FBI, James Comey, confirmara la existencia de una investigación sobre los nexos entre la campaña de Trump y el gobierno ruso, Nunes llevó a cabo una conferencia de prensa anunciando que poseía evidencia sobre conversaciones entre los cercanos a Trump, según continúa The Atlantic.

Los alegatos de Nunes referían a un “desenmascaramiento inapropiado” de los asociados, lo que dio cierto respaldo a la teoría del Presidente de que habría sido espiado por la administración precedente dirigida por Barack Obama.

El Comité Ético está constituido por un equipo equilibrado entre Demócratas y Republicanos, y procederá a revisar las declaraciones de Nunes y sus conversaciones con Paul Ryan y con el mismo Presidente. Si se demuestra que la información que obtuvo Nunes era clasificada en la Casa Blanca, podría implicar una violación a las reglas de la Casa y probablemente de la Ley Federal.