El ministro de Relaciones Exteriores del régimen de Daniel Ortega, Denis Moncada, anunció este viernes que el país inició de forma oficial el proceso de salida de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante lo que considera “continuas muestras de injerencia” en los asuntos internos.

 

El ministro Moncada confirmó que, siguiendo las instrucciones del presidente Daniel Ortega, procedió a presentar al secretario de la organización una denuncia por “intromisión” en los asuntos internos y el consiguiente deseo del país de “abandonar la entidad”.

 

De igual forma, el Tribunal Supremo de Justicia de Nicaragua había pedido el jueves a Ortega, que iniciara el proceso de retirada de la OEA mediante la denuncia de la Carta Democrática del organismo, sumándose así a la petición del Parlamento nicaragüense en este sentido.

 

Previamente, la Asamblea Nacional había hecho referencia al artículo 143 de la Carta Democrática, en el que se estipula que esta “podrá ser denunciada por cualquiera de los Estados miembro, mediante comunicación escrita a la Secretaría General, la cual comunicará en cada caso a los demás las notificaciones de denuncia que reciba”.

 

“Transcurridos dos años a partir de la fecha en la que la Secretaría General reciba una notificación de denuncia, la presente carta cesará en sus efectos respecto del estado denunciante”, recoge el documento.

 

Con la denuncia de la carta del organismo, el régimen de Ortega inició un proceso de dos años para hacer oficial su salida. “Transcurridos dos años a partir de la fecha en que la Secretaría General reciba una notificación de denuncia, la presente carta cesará en sus efectos respecto del Estado denunciante, y éste quedará desligado de la Organización después de haber cumplido con las obligaciones emanadas de la presente carta”, enuncia el artículo 143 de la Carta Constitutiva de la OEA.

 

La salida de Nicaragua de la OEA puede afectar económicamente el país, pues este necesita el flujo de divisas que llegan a través de préstamos de organismos multilaterales ligados a esa organización. 

 

De acuerdo a Tiziano Breda, analista para Centroamérica del Crisis Group, un organismo centrado en la resolución de conflictos, Nicaragua “tendrá menos capacidad de acceder a recursos internacionales de mecanismos interamericanos como es el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID). Estos tendrían mayores reservas en proveer recursos a un Gobierno que ha sido expulsado por sus violaciones del organismo regional más importante”, explica Breda.

Sobre esta situación, el presidente Biden denunció lo que considera una “dictadura” parecida a la de la dinastía somocista que gobernó el país durante 47 años. “Nos gustaría que Nicaragua regrese a la comunidad interamericana, pero siempre respaldando los valores y los principios a los cuales todos nos inscribimos, que son el respeto del desarrollo democrático”, dijo Biden a la agencia EFE.