El 21 de mayo, el sistema judicial de Filadelfia fue golpeado con lo que más tarde se demostró fue un ataque de malware “sobre un número limitado de estaciones de trabajo del Primer Distrito Judicial (FJD por sus siglas en inglés)”. Durante más de dos semanas, los tribunales han llevado a cabo medidas urgentes para tratar el problema, que ha generado la “suspensión temporal” de su sitio web, de cuentas de correo electrónico de los empleados y de los servicios de archivo electrónico. Un ataque que ha causado gran confusión ya que muchos bufetes jurídicos volvieron al uso de couriers y archivos en papel —reliquias de un pasado sin tecnología—.  

Más allá de los comunicados oficiales, el sistema tribunal ha guardado silencia sobre la naturaleza del ataque y las medidas que ha tomado para reparar el daño causado. En su segundo comunicado anunció que además de con la Oficina de Informática de Filadelfia, también se han puesto en contacto con una empresa privada de seguridad cibernética para solucionarlo.

Los ataques cibernéticos contra los gobiernos locales no son una novedad, pues las grandes cantidades de datos que almacenan los convierten en el blanco perfecto. Además, estos ataques son también más difíciles de ocultar, lo que significa que el autor probablemente adquirirá mayor notoriedad. La situación con el sistema tribunal de Filadelfia es parte de un repunte en los ataques a lo largo de estos últimos dos años.

En un estudio reciente de los ataques de ransomeware contra los gobiernos locales publicado por Recorded Future, una empresa de seguridad cibernética que recopila datos, el número de ataques de ransomware contra los gobiernos locales en EE.UU. aumentó de 38 en el 2017 a 53 en el 2018.

Y parece que esta tendencia se mantendrá durante 2019, pues ya se han registrado 23 ataques a lo largo de los primeros cinco meses del año.

El estudio también reconoce que la incidencia de los ciberataques probablemente sea inferior a la real, lo que significa que la cifra real anual podría ser mucho más alta. Las agencias con frecuencia no informan sobre los incidentes hasta meses después de que ocurren. La mayoría de los enumerados en el estudio se encontraron a través de los informes noticieros locales.

La seguridad de la información, en su totalidad, es algo que continúa siendo una prioridad principal de cara al futuro. Gartner, una empresa de investigación tecnológica y de consultoría, estima que en todo el mundo el gasto en la seguridad cibernética sobrepasará los 124.000 millones de dólares en el 2019.

En Filadelfia, la Oficina de Innovación y Tecnología —a cargo de la seguridad de información de la municipalidad— recibió un aumento de 10 millones de dólares del fondo general de la municipalidad en el presupuesto propuesto por el alcalde para el 2020.

No obstante, no se trata solo de invertir más dinero, pues la seguridad cibernética, por naturaleza, es difícil de presupuestar debido a que es reactiva. Nadie sabe cuánto cuesta recuperar la información robada, hasta que es robada.

Los enfoques proactivos incluyen compartir la información de seguridad entre los gobiernos locales (algo que Filadelfia ya hace) y estar alerta respecto a la actualización de los sistemas. Más allá de eso, es una cuestión de control de daños.

El coste total del ataque contra el sistema tribunal de Filadelfia aún está siendo establecido.