El comisionado electoral del condado de Harris, Chris Hollins, twiteó ayer sobre una victoria "por la democracia" cuando la Corte Suprema de Texas falló en contra de una impugnación republicana de hasta 127.000 votos anticipados presentados en los centros de votación drive-thru establecidos en todo el condado.

El condado de Harris, donde se encuentra Houston, la tercera ciudad más poblada de los Estados Unidos, es el condado más poblado de Texas y tiene la segunda población hispana más alta de la nación después del condado de Los Ángeles, California.

Tras la victoria del lunes, Hollins dio marcha atrás rápidamente y anunció que nueve de los diez centros de votación desde el automóvil estarían cerrados el día de las elecciones debido a la posibilidad de que los miembros del Partido Republicano presentaran nuevas impugnaciones legales.

"Mi trabajo es proteger el derecho al voto de todos los votantes del Condado de Harris, y eso incluye a los que van a votar el día de las elecciones", dijo. "No puedo, de buena fe, animar a los votantes a que voten en tiendas de campaña si eso pone en peligro sus votos".

El problema con las tiendas de campaña es que, en el corazón del desafío republicano contra las encuestas drive-thru es que la ley de Texas exige que cada centro de votación debe estar dentro de un edificio. Todos los lugares de auto-evaluación tenían tiendas de campaña en lugar de edificios.

127.000 votos tempranos pueden ser seguros, pero cualquier otro voto emitido el día de las elecciones podría haber sido objeto de más litigios y ser desechado.

Hay 800 centros de votación en todo el condado de Harris el día de las elecciones, pero el desafío del Partido Republicano es sólo uno de los muchos que podría haber en los próximos días cuando las elecciones de 2020 se desarrollen.

Aunque el desafío en el condado más grande de Texas fue en general infructuoso, aún así cerró nueve de los 10 centros el día de las elecciones. El único lugar abierto de autoservicio es el Centro Toyota en el centro de Houston.

También se pensó que la votación desde el autocine era una opción más segura ante una pandemia de coronavirus de rápido crecimiento. 

Fuera de Texas, el Presidente Trump también está en una misión para desafiar las boletas por correo en Pensilvania y su campaña ya ha enviado abogados a Filadelfia para presentar mociones en nombre de los observadores electorales.