Gloria Cecilia Narváez, una monja colombiana que fue secuestrada el 7 de febrero de 2017 por Al Qaeda en Malí, África, fue liberada de su cautiverio este sábado. Narváez es miembro de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, una congregación de origen suizo nacida en 1893 en Colombia y con presencia en 17 países.

 

Narváez fue secuestrada cerca de la localidad de Koutiala, 400 kilómetros al este de la capital, Bamako, luego de estar trabajando durante seis años como misionera en la parroquia de Karangasso.

 

“La presidencia de Malí saluda el coraje y la valentía de la monja. Esta liberación es el logro culminante de cuatro años y ocho meses de esfuerzos combinados de varios servicios de inteligencia”, dijo la presidencia de Malí a través de un comunicado. 

Marta Lucía Ramírez, vicepresidenta de Colombia, también manifestó la felicidad del país por la liberación. “Me alegra inmensamente la noticia de la liberación en Malí de nuestra querida compatriota, la religiosa Gloria Cecilia Narváez, un objetivo que en el Gobierno Nacional nos habíamos trazado y por el que con el presidente Duque veníamos trabajando desde hace muchos meses”, dijo Marta Lucia. 

 

"Nos alegra enormemente y agradecemos este feliz resultado para nuestra compatriota, su familia, sus amigos y para todos los colombianos", agregó la mandataria.

 

En sus primeras declaraciones a la televisora estatal maliense, la monja Gloria Narváez agradeció los esfuerzos del gobierno de Mali para su liberación y señaló que durante su cautiverio de cerca de cinco años estuvo en buen estado de salud.

 

“Quiero agradecer mucho al pueblo de Karangasso por sus oraciones y todos los esfuerzos que realizaron para obtener mi liberación. Y pido el perdón para todos los malienses, a toda la gente que no estuvo bien quizá (debido a mi)”, dijo la religiosa.

 

Actualmente, el grupo ligado a Al Qaeda aún mantiene secuestrados a varias personas, entre ellos un clérigo estadounidense plagiado en Níger y a un periodista francés.

En 2018, yihadistas afiliados a al-Qaeda del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) en el Sahel, se atribuyeron la responsabilidad del secuestro y publicaron un video de rehenes que mostraba a Narváez suplicando ser liberada. Presionada por sus captores, Narváez hizo un llamamiento directo al papa: “Le pido al Papa Francisco que me ayude hasta que alcance mi libertad y que haga lo imposible para liberarme”, dijo.

 

Mali ha luchado contra una insurgencia de militantes islamistas desde 2012 en la que el secuestro se ha convertido en un hecho común y una fuente lucrativa de dinero en efectivo para los grupos yihadistas.