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16.5 millones de personas presenciaron el peor debate en la historia de la Quinta República francesa. EFE/IAN LANGSDON
16.5 millones de personas presenciaron el peor debate en la historia de la Quinta República francesa. EFE/IAN LANGSDON

Le Pen o Macron: el Frexit podría ser una realidad sea cual sea el resultado

Tras dos horas de un sangriento debate político, los analistas internacionales miran con preocupación las presidenciales francesas.

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La noche de ayer 16,5 millones de espectadores presenciaron el debate entre los candidatos a la presidencia de Francia, Marine Le Pen y Emmanuel Macron, en lo que fue una jornada de agresiva oralidad, donde cada uno de los contrincantes intentó encontrar las grietas en el discurso político de su oponente.

“El Señor Macron es el candidato de la mundialización salvaje, de la ‘uberisación’(fenómeno económico de Uber), de la precariedad, de la brutalidad social, de la guerra de todos contra todos, del saqueo económico, notablemente de nuestros grandes grupos, del despiece de la Francia por parte de los grandes intereses económicos, del ‘comunitarismo’, y todo ello lo dirige el Señor Hollande”.

De esta manera inauguraba el debate la candidata del Frente Nacional y de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen.

Por su parte, el candidato de la opción del centro no dudó en ponerse a la altura del tono de su contrincante: “Usted ha demostrado que no es en todo caso la candidata del espíritu de la delicadeza, de la voluntad de un debate democrático equilibrado y abierto. Gracias por tan hermosa demostración”.

Para los analistas franceses, este tipo de debate ha sido “el peor debate de la Quinta República”, donde los candidatos no estuvieron a la altura del encuentro, teniendo por un lado a una candidata en modo “bulldozer” y por otro lado a un candidato sorprendido fuera de lugar ante tal agresividad y quien “tuvo que tomarse su tiempo para encontrar la distancia adecuada, como si de un combate de boxeo se tratara”, aseguró el analista Bruno Jeudy.

Pero lo que ha llamado la atención de la prensa y de los observadores internacionales ha sido la proximidad entre las perspectivas de ambos candidatos con respecto a la Comunidad Europea y al Euro.

La candidata del Frente Nacional ha basado su campaña en la promesa de un cierre de las fronteras, la salida de la Comunidad Europea y la islamofobia, lo que ha arrastrado a un gran número de simpatizantes a su favor, sobretodo tras los atentados terroristas que ha sufrido la nación en los últimos años.

“La seguridad y el terrorismo son una problemática absolutamente mayor, y que se encuentra totalmente ausente en su proyecto”, declaró Le Pen en contra de Macron, frente a lo cual el joven candidato aseguró que el cierre de las fronteras no ha servido de nada, pues los países que no forman parte del estado Schengen “han sido atacados de la misma manera que nosotros por los atentados y por el terrorismo”, haciendo eco de lo sucedido después de los ataques en París en noviembre del 2015. “Lo que usted propone, es un ‘polvo mágico’”, haciendo referencia al mito del “poudre de perlimpinpin”, conocido como remedio “milagroso” totalmente ineficaz.

Si bien sus posturas con respecto al manejo de la amenaza terrorista son bastante opuestas, sus posiciones frente a un posible Frexit, o salida de Francia de la Comunidad Europea, no lo son tanto.

Le Pen ha sido clara con respecto a sus posturas, asegurando que una vez en el poder autorizará un referéndum para que la ciudadanía elija entre permanecer en la Comunidad Europea o solicitar una salida, siguiendo el ejemplo de Theresa May y el Reino Unido. Su intención es la de “recuperar la soberanía de Francia, ayudar a los trabajadores y proteger las fronteras francesas”.

“La Comunidad Europea debe reformarse o enfrentará un Frexit”

Por su parte, Emmanuel Macron habría sorprendido a todos los espectadores el día lunes al asegurar que “la Comunidad Europea debe reformarse o enfrentará un Frexit”, un giro discursivo que, para muchos, supondría tan sólo una estrategia política para ganar terreno frente a su oponente.

Durante su campaña política, Macron había mantenido una postura pro-europeísta, asegurando que “soy pro-Europa. He defendido constantemente durante estas elecciones la idea Europea y las políticas europeas pues creo que es extremadamente importante para el pueblo francés y para ubicar a nuestro país en la globalización”.

Pero el día lunes, el candidato habría acotado una nueva cláusula a su discurso: “Pero al mismo tiempo creo que debemos enfrentar la situación, escuchar a nuestra gente y escuchar el hecho de que están extremamente molestos hoy en día, impacientes frente a la disfunción de la Comunidad Europea, que ya no es sustentable”, agregó en una entrevista a la BBC. 

Tras el debate del día de ayer y las medidas electorales adoptadas por ambos candidatos durante la última semana, la postura de gran parte de los electores podría desviarse al voto nulo o a la abstención, pues no sólo el candidato a las primarias por parte de la izquierda francesa, Jean-Luc Mélenchon, ha descalificado a ambos candidatos como “más de lo mismo”, sino que la agresividad y la falta de profesionalismo de ambos durante el debate, demostraron que no representan lo que Francia necesita en este momento.