El presidente Donald Trump se dejó caer -finalmente- por Puerto Rico, donde miles de personas siguen sin acceso a electricidad ni agua potable después de que el huracán Maria azotara la isla el pasado 20 de setiembre.

 Su tardía visita a la isla este martes generó más polémica que alivio,” recalcó el diario El País. El rotativo español tildó de “grosería” la decisión de Trump de lanzar rollos de papel a los vecinos de Guaynabo, un municipio del entorno de San Juan, como si fueran pelotas de baloncesto.

El presidente Trump ha tardado 13 días en visitar la isla desde que fue devastada por el huracán María, cuando tardó solo dos días en visitar Texas tras el huracán Harvey y tres en viajar a Florida después del Irma.

Echando más leña al fuego, Trump alabó al gobierno de Puerto Rico por las tareas de rescate, que evitaron un mayor número de muertos, pero después reprochó a la administración de la isla la deuda financiera que arrastra con Washington y añadió, según El País:  "Odio decirles esto, pero hemos gastado mucho dinero en Puerto Rico".

Puerto Rico arrastra una deuda de 73.000 millones de dólares y este año se declaró en bancarrota.

Por su parte, el diario El Mundo destacó las palabras del presidente Trump desde Puerto Rico asegurando que el paso del huracán María no es "una catástrofe real" como la del ciclón Katrina, en Nueva Orleans, ya que el número de víctimas mortales ha sido muy inferior.

"Si miras a una catástrofe real como Katrina (...), cientos y cientos y cientos de personas que murieron, y miras lo que ha pasado aquí, con una tormenta que realmente fue abrumadora, nadie ha visto algo como esto", dijo Trump refiriéndose al huracán Katrina que azotó Nueva Orleans en 2005 y dejó más de 1.800 muertos.

El número de víctimas mortales confirmadas en Puerto Rico por ahora es de 34.