Si las abuelas pueden, cualquiera puede.

Este es el mensaje de activismo y protesta que pretende enviar el colectivo organizado en Nueya York bajo el nombre de “Abuelas Responden” (Grannies Respond), un grupo de “abuelitas” que se han montado en una van para viajar más de 3.000 kilómetros hacia Texas con la misión de “ayudar a las familias separadas en la frontera con México”, reportó The Intependent.

El grupo – integrado en su mayoría por abuelas de verdad – se reunió este martes en Manhattan en una manifestación improvisada antes de partir, y en vez de gritar “se abrazaban sonrientes las unas a las otras”, continuó el medio.

“Los abuelos a menudo les enseñan a sus hijos y nietos moralidad y el sentido del bien y el mal”, explicó la cofundadora del grupo, Roya Salehi, en un comunicado. “La forma cruel e inhumana en que los niños inmigrantes y sus familias están siento tratados es incorrecta e inmoral”.

Es por ello que este grupo de alrededor de 20 mujeres decidió emprender un viaje por carretera de seis días hacia McAllen (Texas), y tienen previsto hacer siete paradas en el camino, organizando manifestaciones y vigilias en cada ciudad “para expresar su indignación por las familias inmigrantes separadas en la frontera”, explicó CBS News.

La última parada será el día 6 de agosto en las instalaciones del centro de inmigración más grande del país, donde llevarán a cabo una manifestación de 24 horas y participarán en eventos comunitarios, continúa el medio.

“Estamos yendo más allá de las líneas políticas”, dijo Claire Nelson, una de las participantes y abuela de 5 niños. “Este asunto no se va a ir a ningún lado”.

“Al final del día, queremos asegurarnos de que las personas estén al tanto de lo que está pasando”, dijo otra de las abuelas, Roya Salehi. “Queremos llamar la atención y que las personas hablen. No nos podemos quedar sentadas”.

Muchas de las mujeres involucradas son hijas de inmigrantes, algunas de familias que huyeron del Holocausto, y cuya memoria histórica no les permite quedarse de brazos cruzados.

El grupo de abuelas llevará un registro audiovisual de su trayecto, y pretenderán hablar de sus experiencias personales durante los seis días, compartiéndolo a través de las redes sociales.

Kathaleen Brown, una mujer con 12 nietos, aseguró que “no somos abuelas a la vieja usanza. Creo que, en un principio, la idea de las abuelitas daba risa. Pero no somos nada de qué reírse”.