La nueva lucha contra el terrorismo es precisamente la de la conciencia y la educación. Así lo percibe la comunidad catalana que, tras los terribles ataques del 17M en la Rambla de Barcelona y en la comunidad de Cambrils, ha decidido optar por la unión, la inclusión y la reafirmación de la Fe por encima de cualquier extremismo.

El Ayuntamiento de Barcelona, con la colaboración de la Generalitat de Catalunya, organizó una ceremonia interreligiosa en el Museu Marítim de Barcelona, según informó el diario La Vanguardia.

“Es necesario un acto de recuerdo de las víctimas que acoja el máximo de sensibilidades”, expresó la comisionada de Inmigración, Interculturalidad y Diversidad, Lola López.

La Comisionada ha catalogado el acto de “interconviccional” más que “interreligioso”, en un intento por abrazar y recibir a personas procedentes de todos los contextos y religiones, incluyendo judíos cristianos, musulmanes, budistas, taoístas, sikh e incluso los laicos y ateos.

La iniciativa cuenta con la colaboración de la Asociación UNESCO para el Diálogo Interreligioso (AUDIR) y el Grupo de Trabajo Estable de Religiones (GTER), como ensamblaje cooperativo para abordar un evento tan impactante en la población desde la inclusión, la tolerancia y la educación.

La misa interreligiosa del día jueves sigue la cadena de eventos en torno al atentado de las Ramblas, donde fallecieron 15 personas. El pasado 20 de agosto el arzobispo metropolitano de Barcelona, Joan Josep Omella, presidió una misa en honor a las víctimas, en la Basílica de la Sagrada Familia, que contó con la presencia de funcionarios públicos e incluso de los reyes de España, y se prevé una manifestación durante la tarde del día sábado en el barrio de Gracia de la capital catalana.