La historia de Amy Eusebio inicia a aproximadamente 91 millas de Filadelfia, en Jersey City, Nueva Jersey, lugar al que emigraron sus padres desde República Dominicana. 

“Mi madre es la más pequeña de 10 hermanos y mi padre, el más pequeño de 16. Una familia dominicana bastante característica con muchas reuniones familiares recias, mucha comida, mucha música”, dijo Eusebio. 

Sus padres se graduaron de la escuela secundaria pero ninguno de los dos cursó más de unas pocas clases en la universidad. El padre de Eusebio sirvió en la Marina como inmigrante antes de dedicarse a ser repartidor en camión, y su madre era secretaria jurídica. 

La familia era muy unida, pero apenas podía subsistir financieramente.

“Técnicamente éramos pobres con casa. Teníamos una casa y parecía como si tuviéramos cosas pero yo no tenía idea que mi familia tenía muchas deudas”, dijo Eusebio. 

A pesar de las dificultades, Eusebio aún considera que fue criada de forma “privilegiada”. 

Gracias a sus padres, Eusebio pudo acceder a una buena educación-- algo que sería de enorme importancia a lo largo de su vida. 

Uno de los primeros pasos que tomaron sus padres fue inscribir a la joven Eusebio en un programa de educación preescolar. 

“Tuve muchas oportunidades debido a que me pusieron en este camino”, dijo.

Eusebio, quien desde temprano fue reconocida como una niña dotada y talentosa, fue colocada en una escuela intermedia de programa Magnet antes de asistir a otro programa Magnet en la Ronald E. McNair Academic High School en Jersey City. 

Las oportunidades que tuvo en McNair abrieron las puertas para que Eusebio tuviera la posibilidad de asistir a la universidad con una beca de asistencia de tipo parental.

Sus experiencias en McNair también fueron decisivas en su desvío futuro hacia una carrera en el campo del trabajo social. 

Mientras estudió allí, la escuela fue sin duda una de las mejores de Nueva Jersey y una de las mejores escuelas secundarias en la nación. Su política de admisión era (y aún es) estricta, y contaba con un cuerpo estudiantil muy diverso.  

“Mi madre, en son de broma, solía decir que yo tenía una ONU de amigos”, dijo Eusebio. 

A pesar del ámbito de prestigio, muchos estudiantes pertenecían a la clase obrera, y muchos tenían dificultades al no contar con la estabilidad relativa con la que contaba Eusebio en su hogar. 

En una oportunidad, una compañera de clase descubrió que su madre había permitido que su visa venciera cuando ella estaba en la escuela primaria.

“Se conviritó en una indocumentada, de la noche a la mañana”, dijo Eusebio.

Esa fue una entre muchas experiencias similares que Eusebio viviría en la escuela secundaria que la llevaron a reconocer que eso, más allá de la inteligencia, podía afectar el desempeño de un niño. 

“No era porque les faltara inteligencia o que no le dieran importancia, sino que habían cosas que estaban pasando en sus hogares”, dijo Eusebio. 

Escuchar sobre la experiencia de sus compañeros de clase infundió la lucha por la justicia, en representación de ellos, en Eusebio. 

Con ese compromiso hacia la igualdad en mente, Eusebio se propuso encontrar una universidad en donde pudiera estudiar trabajo social y así fue como llegó a Temple University en Filadelfia. 

Mientras estudiaba para obtener su título en trabajo social y dirigía la Asociación de Estudiantes Latinos (AdEL) de la universidad, Eusebia también hizo un hogar en la comunidad de latinos en Filadelfia. 

Tras descubrir el Congreso de Latinos Unidos en una feria de trabajo en la escuela, Eusebio se subió a un bus municipal para asistir a su entrevista. Al día de hoy, ella no ha olvidado lo que sintió la primera vez que vió en Centro Musical por la ventana del bus al pasar por las calles de 5th y Lehigh. 

“Llegué”, recuerda Eusebio que pensó.

Congreso se convertiría en el hogar de Eusebio durante la mayor parte de los siguientes 14 años.

Después de su entrevista, Eusebio fue contratada como asistente practicante para los programas escolares de verano y extracurriculares dirigidas por la organización sin fines de lucro. 

Trabajó durante dos años antes de graduarse de Temple en 2007, y volvió a casa, a Nueva Jersey, para trabajar como trabajadora social bilingue. 

Un año más tarde, Eusebio regresó a Filadelfia para asistir a la University of Pennsylvania y obtener su maestría. 

Esta vez, regresaba para siempre.

“Filadelfia es el lugar donde pertenezco,” dijo Eusebio.

Con su maestría en Trabajo Social, Eusebio regresó a Congreso para trabajar de tiempo completo como coordinadora en su “Programa Esfuerzo”, que ayuda a las personas que sufren de VIH/SIDA en la comunidad circundante. 

Durante el transcurso de los siguientes nueve años, Eusebio se convertiría en la Directora de bienestar familiar de Congreso. 

De allí obtendría su primera oportunidad en la Municipalidad de Filadelfia en 2018, dirigiendo el programa “Municipal ID” de la ciudad.

“Estaba lista para otro desafío”, dijo Eusebio.

Eusebio fue puesta a cargo de descifrar cómo lanzar el programa de identificaciones así como de colocar los toques finales a su diseño. 

Aunque el programa Municipal ID no está bajo el cargo de la Oficina para Asuntos de Inmigrantes, desempeñó una parte integral en su creación y Eusebio trabajó de cerca con la entonces Directora ejecutiva Miriam Enriquez. 

Hasta el momento, el programa ha sido un enorme éxito. En seis meses, más de 10,000 residentes de Filadelfia han recibido una identificación municipal, según Eusebio.

“En tan solo seis meses, alcanzamos el objetivo anual”, dijo.

Algo que aprendió como practicante en Congreso fue que “el premio de hacer un buen trabajo es más trabajo”.

En septiembre de este año, cuando Enriquez dejaba el puesto como directora ejecutiva, Eusebio fue colocada en esa posición.

“¡Vaya! Este es un puesto enorme”, recuerda que pensó antes de aceptar. 

Eusebio es la tercera líder de la iteración actual de la Oficina, y su tercera directora ejecutiva latina. 

La primera fue Jennifer Rodríguez, quien empezó la Oficina para Asuntos de Inmigrantes y Multiculturales del Alcalde (MOIMA por sus siglas en inglés) en 2013, cumpliendo con una orden ejecutiva emitida por el entonces alcalde Michael Nutter. 

Joanna Otero Cruz, la actual directora general de servicios comunitarios en la municipalidad, dijo que como MOIMA, la Oficina tan solo empezaba a descifrar las formas en que se podía ayudar a las comunidades de inmigrantes de Filadelfia. 

“Creo que… renovaron el sistema de apoyo, que era relativamente nuevo”, dijo.

Otero Cruz se unió al gobierno de Kenney en 2016, que cambió el nombre a la Oficina para Asuntos de Inmigrantes (OIA) y tomó una postura más fuerte para ayudar a los inmigrantes de Filadelfia.  

Gran parte de la estrategia creada bajo el gobierno de Nutter se puso a funcionar bajo el gobierno de Kenney. 

“Creamos algunos grupos de discusión y obtuvimos mucha retroalimentación y decidimos enfocarnos en tres áreas”, dijo Otero Cruz.

Estas áras o “pilares”, como ella los denomina, eran: política, desarrollo económico y programación cultural. 

El gobierno de Kenney también incluyó a una nueva líder: Miriam Enríquez.

En cuestiones de política, la municipalidad ha estado ocupada desde 2016.

El presidente Donald Trump ha tomado por costumbre combatir contra las municipalidades que se oponen a su política de inmigración. Filadelfia, bajo el gobierno de Jim Kenney, probablemente ha sido el opositor más ferviente.  

La OIA se encuentra al frente de la defensa de la ciudad.

Además de ganar una demanda contra el gobierno federal que le prohibía al gobierno de Trump prohibir la ayuda a Filadelfia debido a su estatus de “ciudad santuaria”, la municipalidad también puso fin a su acuerdo PARS con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los EE. UU. (ICE por sus siglas en inglés), que le permitió al ICE acceder a los registros de instrucción formal de cargos del Departamento de la Policía de Filadelfia.  ​​​​​​​

Otero Cruz dijo que el éxito fue el resultado de una estrategia ya establecida para responder a la crisis. 

“Ya contábamos con las formas para tener estas discusiones”, dijo Otero Cruz.

El sentimiento es compartida por Sundrop Carter, Director ejecutivo de la Coalición de Inmigración y Ciudadanía de Pensilvania (PICC por sus siglas en inglés).

“Cuando uno observa las ciudades en todo el país que han establecido, financiado y dotado de personal a las oficinas para asuntos de inmigrantes, esas son las ciudades en donde se ven políticas fascinantes y proactivas”, dijo ella. 

Es necesario dado que todo eso proviene de Washington, semanalmente, con respecto a la inmigración. 

Amy Eusebio dice que ella solía desconectarse de las noticias, pero admite que ahora no puede. 

“No tengo permiso de hacerlo”, dijo. 

Durante ya un mes, Eusebio es la primera Directora ejecutiva de una Oficina para Asuntos de Inmigrantes permanente, luego que un referendo de electores apoyara la designación, de forma abrumadora, en el mes de mayo. 

Aún está aprendiendo mucho sobre los procesos y terminología legal que es parte del trabajo, pero dijo que aprende rápidamente.

Recientemente demostró su solidaridad con el movimiento “Home is Here”, que se detuvo en Filadelfia en su camino hacia Washington D.C. para las audiencias de la Corte Suprema sobre las políticas de DACA y TPS.

Eusebio también mención que se mantiene al día con respecto a los cambios de políticas sobre la carga pública, que se refiere a alguien que posiblemente dependerá de la ayuda con efectivo del gobierno al ingresar a los EE. UU. 

Muchas categorías de inmigrantes están exentas de la inadmisibilidad debido a la carga pública, pero eso está cambiando bajo el gobierno de Trump. 

“Es repugnante ver el enorme ataque que es en realidad”, dijo Eusebio con respecto a la actual política de inmigración nacional.

Sobre el frente municipal, ella espera mantener el precedente establecido por Enriquez de continuar potenciando a y colaborando con los grupos comunitarios de la ciudad.  

Cuando los padres de Eusebio se enteraron que le habían dado el puesto, ambos lloraron.

Como inmigrantes, lo único que podían esperar sus padres de venir a los EE. UU. era una mejor oportunidad para sus hijos.

Y en su puesto actual, ella puede ayudar a los inmigrantes, como sus padres, a ver a sus hijos lograr lo mismo.