Donald Trump shows a new executive order
Donald Trump está convencido de que el aumento de los aranceles es bueno para la economía estadounidense (Foto de archivo AFP).

¿Realmente los aranceles hacen grande de nuevo a Estados Unidos?

La administración Trump se mantiene firme en sus decisiones arancelarias, pero muchos actores del mercado estadounidense ya ven efectos en la economía local.

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Desde que Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de Estados Unidos el pasado 20 de enero, ha puesto en marcha una nueva ola de aranceles con el argumento de fortalecer la industria estadounidense y reducir la dependencia de productos extranjeros. Sin embargo, estas medidas han desatado una oleada de reacciones tanto a favor como en contra dentro y fuera del país.

El gobierno de Trump ha asegurado que los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, con un gravamen del 25 %, ayudarán a nivelar el campo de juego para las empresas locales. "El presidente Trump fue elegido con un mandato claro para nivelar el campo de juego para los fabricantes y trabajadores estadounidenses usando aranceles, y está comprometido a cumplir con ese mandato", afirmó Kush Desai, portavoz de la Casa Blanca, según informó The New York Times en un extenso artículo sobre el tema.

Pero no todos ven con buenos ojos estas medidas. La industria automotriz ha expresado su preocupación por el aumento en los costos de producción. Jim Farley, director ejecutivo de Ford Motor Company, le dijo al diario neoyorquino que los aranceles podrían "abrir un agujero en la industria automotriz estadounidense".

Las repercusiones también se han sentido en el extranjero. Canadá, principal exportador de acero a Estados Unidos, ha respondido con represalias arancelarias por valor de 21.000 millones de dólares. "Estas tarifas de Trump han perturbado una relación comercial que ha sido históricamente exitosa", declararon Dominic LeBlanc, ministro de Finanzas canadiense, y Mélanie Joly, ministra de Asuntos Exteriores, según informó El País.

Desde Europa, las reacciones no se hicieron esperar. La Comisión Europea -según reportó The New York Times- calificó las tarifas como "un paso en la dirección equivocada" y advirtió sobre represalias comerciales inminentes. "Las tarifas son impuestos. Están en juego empleos y el alza de precios, nadie necesita eso", declaró Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

A pesar de las críticas, algunas industrias han aplaudido la decisión de Trump. "Por demasiado tiempo, las compañías extranjeras han inundado nuestro mercado con productos de acero baratos, impidiendo que empresas locales como la nuestra puedan competir", dijo Stephen Capone, presidente de Capone Iron Corporation, según informó The New York Times.

Sin embargo, economistas advierten sobre posibles efectos negativos en la economía de EE. UU. Un banco estadounidense ha rebajado sus previsiones de crecimiento debido a las políticas arancelarias, según reportó News.com.au. Al mismo tiempo, la United Steelworkers, uno de los sindicatos más grandes del sector, ha expresado su preocupación por la inclusión de Canadá en los aranceles, ya que afecta directamente a miles de trabajadores en Norteamérica. The New York Times citó: "Llamamos al presidente a diferenciar entre quienes hacen trampas comerciales y nuestros aliados de confianza", dijo David McCall, presidente del sindicato.

Las tensiones también han llegado al mercado de inversores, donde se observa una preocupación creciente por los efectos de los aranceles en el comercio global. Analistas han advertido que la incertidumbre generada por estas políticas podría afectar la confianza de los inversionistas. "La volatilidad del mercado se ha incrementado con el temor de una guerra comercial prolongada", explicó un informe de Wolfe Research, e incluido por The New York Times.

Mientras tanto, en el Congreso, algunos legisladores republicanos han expresado dudas sobre la efectividad de estas medidas. "Queremos apoyar a la industria estadounidense, pero también debemos proteger a los consumidores de precios excesivos", declaró el senador Marco Rubio.

A medida que la guerra comercial se intensifica, los efectos de estas políticas arancelarias aún están por verse. Algunos prevén presiones inflacionarias crecientes en los próximos meses. Mientras tanto, tanto las empresas como los consumidores estadounidenses podrían enfrentar un futuro con costos más elevados y una economía más tensionada. Lo que es seguro es que las decisiones de Trump seguirán generando un profundo debate en el escenario político y económico de Estados Unidos y del mundo.

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