La arena geopolítica está repleta de operaciones tácticas y militares en todas las direcciones. Es casi como si el conflicto lubricara la porosidad entre las naciones, mucho más en el ciberespacio. Por eso resultan cruciales los movimientos de los estados en esta tierra de nadie, todavía más cuando se concretan mediante el robo de fórmulas de propiedad intelectual científica.

Ya hay quienes se han referido a la denominada carrera por la vacuna, que durante las últimas semanas nos ha dado engalanados anuncios de porcentajes cada vez más altos en la tercera fase del testeo, en términos de una guerra molecular mundial en clave de clase y cultura. Para poner un ejemplo de lo que están hablando cabe referirse a la presunta filtración de que en Corea del Norte habrían ejecutado a un guardia de frontera por no cumplir con el protocolo de higiene. Y es que en un país que hasta ha reducido sus importaciones al 90% para aislarse totalmente si llegara a filtrarse la pandemia podría llegar a producir una catástrofe humanitaria ya que están infrapreparados.

En ese tenso panorama en el que un virus o una molécula puede causar miles de muertos o destruir imperios tampoco eran de extrañar las noticias de que Kim Jong-un, su familia y funcionarios cercanos habrían recibido la vacuna del gobierno chino.

Lo que sí resulta más chocante es que, conforme algunas de las empresas reconocían que los resultados definitivos eran inferiores a lo anunciado, aprovecharon para explicar que habrían sido hackeados. Intentaron hacerse pasar por reclutadores de personal en redes como LinkedIn y WhatsApp para acceder a sus dispositivos. Microsoft salió entonces a denunciar también que otras siete compañías de Canadá, Francia o Estados Unidos habían sido asaltadas por hackers presuntamente rusos y norcoreanos

Pero claro, está muy claro que sigue la noticia porque la lista de asaltados sigue aumentando. Reuters informaba que suman ya hasta nueve, a las que se suman Novavax y J&J, en estos casos imitando sus portales de inicio de sesión en línea para obtener sus contraseñas en los dominios oficiales. La compañía AstraZeneca, que anunció algunos de los resultados más prometedores inicialmente, también se incluye entre las afectadas, así como Genexine Inc, Shin Poong Pharm, la Universidad de Tubinga, el Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston…

Estados Unidos y Corea del Sur señalan hacia Corea del Norte como fuente del ataque, que no ha querido declararse al respecto. Algunos no descartan tampoco que pudiera haber entrado la pandemia en el país y que anduvieran desesperados. También es cierto que las revelaciones han funcionado por filtraciones y que es muy difícil determinar el origen en estos casos.

Una de la cosas que está clara es que, como cuando sucede un asesinato con drones, en realidad tras acciones de este calibre se escoden grandes operaciones militares coordinadas con mucho personal. También se ha visto ya en una serie de documentales y reportajes que existen países con edificios de empleados al servicio de las voluntades en el ciberataque. Así que en definitiva lo que demuestra este incidente es sólo la punta del iceberg de esa misma red que comentaba al inicio de acciones tácticas entre