Cae el último bastión de la Democracia en Venezuela tras un golpe Parlamentario del Régimen de Nicolás Maduro
Entre legisladores chavistas y un cordón de la Guardia Nacional, el gobierno de Nicolás Maduro impidió que se llevaran a cabo elecciones trasparentes en la…
Desde que la oposición venezolana se hiciera con la mayoría de los asientos en la Asamblea Nacional durante el año 2015, el país contaba con un último símbolo de democracia.
Pero cuando un pueblo sufre la peor crisis política y humanitaria en la historia del continente, es muy difícil seguirle la pista también a las maniobras políticas.
Un cordón de la Guardia Nacional impidió la llegada del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, al hemiciclo para someter a voto su reelección el pasado 5 de enero, poniendo fin al último bastión democrático en el país caribeño.
Mientras Guaidó intentaba saltar las rejas para llegar y defender su puesto y su nombre como presidente interino del país, los legisladores chavistas y algunos opositores proclamaron un nuevo presidente, el opositor y reciente crítico de la campaña de Guaidó, Luis Parra.
Con tan sólo 36 años, Guaidó se transformó el año pasado en un símbolo de esperanza para millones de venezolanos cuando, después de paralizar el país con protestas en las calles, la oposición al régimen le juramentó como presidente interino tras el fraude electoral del 2018.
El joven parlamentario fue inmediatamente reconocido como representante de Venezuela por la mayoría de los países europeos, latinoamericanos y, especialmente, por Estados Unidos quien además procedió a congelar bienes del régimen e imponer sanciones a funcionarios chavistas.
Pero a pesar del apoyo internacional, poco ha podido lograr la oposición venezolana en la búsqueda de una salida democrática a la crisis en el país.
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Maduro sigue en el poder gracias, en parte, a haber instaurado una Asamblea Constituyente que socavara el esfuerzo de la Asamblea oficial, y al apoyo de aliados estratégicos como Cuba y Rusia.
Entre la violencia y la pobreza de un pueblo que ya no tiene mayor esperanza, el simbolismo de Juan Guaidó empezó a caducar.
Finalmente, y según reporta el Washington Post, bastaron dos maletines llenos de efectivo para que miembros de la propia oposición cambiaran de bando y desplazaran el último síntoma democrático en el país.
Entre ellos Luis Parra, un político que ha sido acusado de aceptar sobornos del gobierno, y quien anunció sorpresivamente su candidatura contra Guaidó a través de Twitter, tan sólo horas antes de ser juramentado por una Asamblea a puertas cerradas, y cuyo presidente oficial permanecía afuera pues se le estaba impidiendo la entrada.
La solución para Guaidó y sus seguidores fue dirigirse a la sede del diario El Nacional y llevar a cabo una sesión improvisada con los legisladores que habían quedado fuera del hemiciclo, según explicó el diario El País.
Lamento el bochornoso show de la dictadura para intentar impedir lo inevitable: que a pesar de perseguir y encarcelar, no han doblegado el espíritu de lucha de los diputados y el de toda Venezuela.
— Juan Guaidó (@jguaido) January 6, 2020
El martes iremos a sesionar en el Palacio Federal Legislativo como corresponde. pic.twitter.com/RtquQ9rOYX
Pero a estas alturas, y con un juego de espejos donde se duplican presidentes y Asambleas, lo único cierto es que la corrupción es más fuerte que cualquier oposición en Venezuela.
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