Miles de personas se han sumado en toda Europa a las protestas por el asesinato el pasado lunes en Minneapolis del afroamericano George Floyd a manos de un agente de policía. Lo que ha convertido la lucha e indignación por la violencia y la muerte indiscriminada de personas negras en Estados Unidos en un problema de primer orden más allá de las fronteras de U.S.

En Berlín, en el multicultural barrio de Neukölln, se congregaron el sábado y el domingo hasta un millar de personas para exigir justicia en el caso de George Floyd y las otras víctimas de la violencia racista institucionalizada. Los manifestantes, que habían sido convocados a través de las redes sociales, marcharon de forma pacífica y llevaban carteles denunciando las agresiones policiales y retratos del Floyd. Tambien aparecieron grafitis en varias zonas de la capital, sobre todo en el antiguo Muro de Berlín, con la imagen de George Floyd justo en el momento en que el agente le clava la rodilla en el cuello. 

En el titular del periódico alemán Bild, el más vendido en el país, se leía este domingo: "Este policía asesino que prendió fuego a América", con una flecha apuntando a una foto de Derek Chauvin, acusado de asesinato en tercer grado.

Mientras en Londres, los miles de manifestantes marcharon por el centro de la ciudad hasta concentrarse justo delante de la embajada de Estados Unidos coreando el lema de "Black Lives Matters" y aparecieron otros grafitis indignados por la violencia racial. También el ministro de Exteriores, Dominic Raab, se consternó por el asesinato de Floyd, pero no se atrevió a hacer ninguna valoración de la dureza con que el gobierno está reaccionando a las marchas en Estados Unidos. 

Los jugadores del Liverpool, a su vez, se unieron a las protestas que se extienden por Estados Unidos y Europa mostrando su consternación durante los partidos de la Bundesliga del pasado fin de semana. Lo hicieron hincando la rodilla en el suelo y emulando el gesto que en su día popularizó el entonces quarterback de los San Francisco 49ers. El futbolista inglés Jadon Sancho fue uno de los jugadores que durante el partido se levantó la camiseta después de marcar para enseñar un mensaje escrito a mano en su otra chamarra "Justicia para George Floyd".

Las marchas pudieron verse en otros países con concentraciones en ciudades como Copenhague (Dinamarca), donde los ciudadanos llevaban pancartas con la frase "I Can't Breath".