En 2024, el mundo batirá un nuevo récord: los trabajadores migrantes de los países desarrollados habrán enviado 883.000 millones de dólares a sus familias, según las perspectivas del "Informe sobre Migración y Desarrollo 40", publicado por The Global Knowledge Partnership on Migration and Development (KNOMAD), una división del Grupo del Banco Mundial. Esta tendencia tiene una explicación clara: la ola migratoria sigue siendo fuerte y quienes emigran quieren trabajar y enviar dinero a sus familias.

Debido a su alto nivel, las remesas se han convertido en una parte crucial de la financiación externa de varios países, explica el informe. Como la Inversión Extranjera Directa (IED) se desplomó durante 2022 y 2023, las remesas son ahora el ingreso más representativo para los Países de Renta Baja y Media (PRMB). El informe destaca que "los flujos de remesas a los PRMB crecieron un 0,7% para alcanzar los 656.000 millones de dólares en 2023. Las remesas continuaron siendo la principal fuente de financiación externa para los PBMI y los PRM durante 2023, superando a la inversión extranjera directa (IED) y a la ayuda oficial al desarrollo (AOD)".

India es el mayor receptor de remesas del mundo, con una entrada estimada de US$120.000 millones. Según el informe, el segundo país en la clasificación fue México, que recibió US$66.000 millones en remesas. Los puestos tercero, cuarto y quinto fueron ocupados por China (50.000 millones de dólares), Filipinas (39.000 millones) y Pakistán (27.000 millones). Las remesas tienen un impacto positivo en el bienestar de las familias receptoras, ya que se destinan al consumo básico o incluso al ahorro y la inversión. Está documentado que, por ejemplo, en Colombia muchas familias utilizaron este dinero para comprar casas y otros bienes inmuebles.

"Estados Unidos sigue siendo la mayor fuente de remesas del mundo, seguido de Arabia Saudí y Suiza. Sin embargo, como porcentaje del PIB, Arabia Saudí tiene un volumen de remesas al extranjero significativamente mayor que Estados Unidos. Entre los principales países emisores de remesas figuran los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Sin embargo, los datos sobre la salida de remesas tienden a exagerar la magnitud de los flujos en los países que son centros financieros extraterritoriales", explica el Informe.

El año pasado, varios factores afectaron al comportamiento de las remesas: "Los mercados laborales para los trabajadores emigrantes en los países emisores; las políticas de inmigración que afectan al flujo de trabajadores emigrantes, sus rutas de tránsito y sus perspectivas de empleo; los movimientos de los tipos de cambio de las principales divisas de los países emisores frente al dólar estadounidense (que afectan a la valoración de las remesas en términos de dólares estadounidenses); la prevalencia de tipos de cambio múltiples en los países receptores; y las guerras y conflictos".

Las remesas son hoy uno de los flujos financieros más importantes desde los países desarrollados hacia otras regiones del mundo. Desempeñan un importante papel en el fortalecimiento de la economía y la situación financiera de las familias de esos países. Parece que la tendencia continuará el año que viene, cuando, según las proyecciones, alcanzarán un nivel de US$913.000 millones. Es, sin duda, El nuevo Dorado para varios países del mundo. Mucho oro, procedente del trabajo de los emigrantes.

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