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SAN FRANCISCO, CALIFORNIA - 23 de agosto: el candidato presidencial demócrata Andrew Yang (Izq) saluda al presidente del Comité Nacional Demócrata Tom Perez (Der) antes de hablar durante la reunión de verano del Comité Presidencial Democrático (DNC) el 23 de agosto de 2019, en San Francisco, California. (Foto de Justin Sullivan/Getty Images)
SAN FRANCISCO, CALIFORNIA - 23 de agosto: el candidato presidencial demócrata Andrew Yang (Izq) saluda al presidente del Comité Nacional Demócrata Tom Perez (Der) antes de hablar durante la reunión de verano del Comité Presidencial Democrático (DNC) el…

Demócratas y el Cambio Climático: Entre la palabrería y el cabildeo

Los candidatos a las primarias demócratas prometieron varias estrategias agresivas para combatir el Cambio Climático, pero los intereses del DNC podrían ser…

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En una de las carreras presidenciales más pobladas de la historia de Estados Unidos, los candidatos demócratas a las primarias tienen mucho de qué hablar.

No sólo por la cantidad de material que el presidente Donald Trump les ha dado, sino por las circunstancias tan particulares que debe enfrentar el país – y el mundo – en esta era.

Una de ellas, obviamente, es la amenaza del Cambio Climático.

Del dicho al hecho hay un trecho

Durante el primer foro televisado sobre el Cambio Climático, los candidatos demócratas prometieron un amplio abanico de medidas contra la amenaza medioambiental, incluyendo impuestos sobre las emisiones de carbono, deshacer las políticas de la administración Trump y una inversión multimillonaria en la energía renovable.

Si bien casi todos se comprometieron en volver al acuerdo climático de París, las propuestas de la mayoría de los candidatos incluían la cooperación multilateral con países extranjeros – bien fuera en el desarrollo de nuevas tecnologías o en proyectos de pactos comerciales – algo que de una u otra manera no sentará bien en los ánimos de las grandes compañías de combustibles del país.

Por ejemplo, ante la promesa de los candidatos de poner en marcha un impuesto contra las industrias de combustibles fósiles, la American Energy Allliance emitió de manera inmediata un comunicado que pareciera el preámbulo a la presión que verá el Partido de ahora en adelante:

“Esta noche, mientras las familias estadounidenses se preocupan por llegar a fin de mes, los demócratas que se postulan para la presidencia trabajarán arduamente para superarse unos a otros sobre quién puede elevar más y de manera más rápida los precios de la electricidad y la gasolina”, dijo la alianza en un comunicado enviado por correo electrónico.

Si esto le parece propaganda del Partido Republicano, no está muy lejos de la verdad.

Y es que el Cambio Climático se ha vuelto un asunto espinoso para quienes compiten por la nominación demócrata para enfrentar a Donald Trump el año que viene en las presidenciales.

Todos tenemos algo que esconder

El presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez, escribió durante el mes de junio una columna en Medium donde argumentaba que la gran cantidad de asuntos que los candidatos debían abordar hacía más difícil enfocarse sólo en el Cambio Climático.

Dos meses después, Pérez introdujo una resolución al comité para “volver a comprometer” al Partido Demócrata con la lucha contra el cambio climático, pero que contenía un apartado condicionando el tipo de debates que se podrían llevar a cabo al respecto, contemplando tan sólo dos eventos auspiciados por CNN y MSNBC.

Las restricciones impuestas por el presidente del comité no tardaron en provocar una ola de denuncias sobre los presuntos intereses ocultos del partido.

Para Jeremy Symons, ex vicepresidente de asuntos políticos en el Environmental Defense Fund, “la inacción del DNC en un debate climático es especialmente preocupante a la luz de la larga dependencia del Partido de los cabilderos de los combustibles fósiles para financiar convenciones”.

En su columna de opinión para The Hill, Symons expone cómo gigantes de las compañías de petróleo y gas natural como el American Petroleum Institute (API) han colaborado con hasta 700.000 dólares para las convenciones demócratas, lo que representa tan sólo 200.000 dólares de diferencia con lo que suelen ofrecer al Partido Republicano.

De igual manera, el cabildeo del carbón, representado por Duke Energy, prestó hasta 6 millones de dólares al DNC durante el 2012.

Estas estrategias de manipulación son tan sólo otra estratagema de los intereses privados para “calmar a los Demócratas y mantenerlos dormidos en el asunto climático, uniéndose a sus colegas republicanos en las medidas y palabras para mantener el clima en un segundo plano”, explica Symons.

“Es una canción de cuna tentadora para los agentes políticos,” concluye. “El planeta no tiene una cuenta bancaria. Los cabilderos de los combustibles fósiles pagan bien y pagan a menudo”.

La pregunta es sencilla: ¿Podrán realmente los candidatos sortear los pactos privados del DNC y ser coherentes con lo que predican o serán las presidenciales del 2020 nuevamente decididas por el venenoso cabildeo?