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El presidente ruso, Vladimir Putin y el presidente estadounidense Donald J. Trump se dan la mano. Foto: Reuters.
El presidente ruso, Vladimir Putin y el presidente estadounidense Donald J. Trump se dan la mano. Foto: Reuters.

¿Qué deberíamos esperar del encuentro de Trump y Putin?

La Casa Blanca y el Kremlin han confirmado los preparativos para la reunión entre los dos mandatarios tan sólo meses antes de las elecciones de mitad de…

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La agenda pública del presidente Donald Trump ha sido transparente a la hora de poner en claro sus prioridades.

Desde que iniciara su presidencia con reuniones comerciales con Arabia Saudita, Trump se ha retirado del Acuerdo Climático de París, del Acuerdo Nuclear con Irán, impuso tarifas comerciales a sus aliados y se dio la mano con Kim Jong-Un; reunirse con Vladimir Putin no es sino el siguiente paso más lógico.

Durante una conferencia de prensa en Moscú el día miércoles, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, aseguró que “Trump le había pedido que hiciera todo lo posible para organizar la reunión de alto riesgo”, reportó The Hill.

“Mañana habrá un anuncio sobre ello simultáneo en Washington y Moscú”, agregó Bolton.

Si bien ambos mandatarios ya se habían cruzado de manera informal durante la convención del Grupo de los 20 durante el mes del julio del 2017 en Alemania, la sincronización de esta reunión oficial en vísperas de las elecciones de mitad de período han levantado algunas sospechas.

“La cumbre Trump-Putin sería la primera reunión de los dos presidentes que no se llevaría a cabo en el marco de una reunión internacional más amplia,” explicó el Washington Post. “Y podría traer consigo un intenso escrutinio debido a la investigación especial del abogado Robert S. Mueller III sobre una posible colusión entre Moscú y la campaña presidencial de Trump en el 2016. Asimismo, podría eclipsar la reunión cumbre de julio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, planteando nuevas preguntas sobre el compromiso de Trump con las alianzas tradicionales de Estados Unidos”.

Sin embargo Bolton, quien antes de sumarse a la Administración fuera un abierto crítico de Moscú, aseguró que cualquier sugestión al respecto sería ilógica.

"La gente ha dicho o implicado con el tiempo que una reunión entre el presidente Trump y el presidente Putin de alguna manera demostraría algún nexo entre la campaña de Trump y el Kremlin, lo cual es una completa tontería", aseguró el asesor, según reportó USA Today.

Por otra parte, especialistas en relaciones diplomáticas temen que el presidente Trump “sea susceptible de hacer promesas y concesiones a un autócrata ruso que parece ansioso por complacer”, explicó Politico.

"Putin viene extremadamente bien preparado para estas reuniones", dijo Michael McFaul, un crítico de Trump que se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Rusia durante el segundo mandato del presidente Barack Obama. "Él sabe lo que está buscando lograr. Hace el trabajo psicológico antes de tiempo para pensar en las fortalezas y debilidades de las personas con las que está hablando".

Asimismo, William Pomeranz, experto en Rusia del Woodrow Wilson International Center for Scholars, aseguró al medio que "lo que trae Putin es la capacidad de articular sus demandas, un mejor conocimiento de lo que quiere a partir de estas discusiones y un historial de saber cómo manipular a la gente para obtener lo que quiere".

Ante un presidente que ignora las recomendaciones de su equipo, que actúa por impulsividad y que se ha destacado por el desconocimiento adrede de la diplomacia internacional, Putin tiene todas las de ganar.

Pero el presidente Trump no se presentará en esta reunión como un negociante, sino como un simpatizante.

Desde principios de su campaña, el presidente estadounidense ha declarado sus intenciones de mejorar las relaciones con Moscú, incluso insistiendo en su reintegración a la comunidad internacional, como dijo antes de embarcarse a la convención del G-7 en Canadá a principios de mes.

Esta íntima aproximación de ambos líderes será el escenario perfecto para que Putin demuestre su superioridad política sobre su enemigo histórico, poniendo fin al “dominio unilateral” de Estados Unidos sobre los asuntos mundiales, lo que pondría en alerta a los (hasta ahora) aliados de la nación.

“Ya existen cuestionamientos sobre el compromiso de Trump con la OTAN”, dijo Mark Simakovsky, ex funcionario del Departamento de Defensa al Business Insider. “El hecho de que Trump se reúna con Putin tan cerca de la cumbre de la OTAN parece un paso útil para expresar su descontento hacia la alianza, mientras se muestra como un realizador, alguien que hace grandes negocios con grandes líderes, independientemente de los intereses de nuestros aliados más cercanos”.