LIVE STREAMING
MIAMI, FLORIDA - 26 DE JUNIO: La senadora Elizabeth Warren (D-MA) habla durante la primera noche del debate presidencial demócrata el 26 de junio de 2019 en Miami, Florida. (Foto por Joe Raedle / Getty Images)
MIAMI, FLORIDA - 26 DE JUNIO: La senadora Elizabeth Warren (D-MA) habla durante la primera noche del debate presidencial demócrata el 26 de junio de 2019 en Miami, Florida. (Foto por Joe Raedle / Getty Images)

Cómo Elizabeth Warren marcó la pauta del primer debate demócrata

Durante el primer debate demócrata para las elecciones del 2020 la Senadora Elizabeth Warren fue mucho más que una figura en el centro del escenario.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Las "inundaciones del siglo"

El bitcoin toca nuevo techo

Biodiversidad, bajo amenaza

¡Un trumpista, de nuevo!

Israel ataca a Irán

El potencial de GAS de USA

¡Duro golpe a Hamás!

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

No sabemos si fue un accidente en el setting de NBC o si fue hecho a propósito, pero el primer debate demócrata puso a la senadora Elizabeth Warren en el centro del encuentro – literal y metafóricamente.

En una contienda muy poblada – con 9 contrincantes sobre un mismo escenario – los moderadores se las vieron negras para poder dar el tiempo necesario a todos los candidatos y, al mismo tiempo, cubrir todos los asuntos clave en la campaña por la presidencia en el 2020.

Sin embargo, la línea de debate parece haber estado marcada por las promesas de campaña de la senadora Warren, quien se ha dado a conocer durante estos meses como alguien que tiene “un plan para todo”.

Después de ser la primera Demócrata de alto rango y trayectoria en anunciar claramente su campaña por la presidencia, Warren ha elaborado un plan detallado sobre cómo abordaría todos y cada uno de los asuntos más importantes para el electorado estadounidense, tanto Demócrata como Republicano e incluso independiente.

Partiendo del corazón de su campaña - la regulación y la guerra abierta contra las grandes corporaciones - Warren ha planteado soluciones como el aumento en los impuestos a quienes ganan más de un millón de dólares al año, el apoyo a los pequeños empresarios y la imposición de límites a los gigantes tecnológicos.

De igual manera, Warren parte del moralismo tácito de separar los intereses personales del trabajo en la Casa Blanca, asegurando que la independencia política es fundamental para preservar la democracia.

Infraestructura, comercio, impuestos y la transformación de la economía hacia mecanismos de energía sustentable, son parte de su plan coherente para solucionar la falta de trabajos, la disparidad económica y social y, al mismo tiempo, ayudar a luchar contra el cambio climático.

Sus planes han resonado con tal fuerza, que muchos de sus oponentes en la carrera les han adaptado una vez ella ha hecho campaña al respecto.

Muestra de ello fue su propuesta para eliminar la deuda estudiantil por completo, que fue inmediatamente incorporada por la campaña del senador de Vermont Bernie Sanders.

De manera parecida, el primer debate demócrata se gestó en torno a asuntos para los que Warren tiene una solución específica.

Inmigración, violencia por armas de fuego e incluso cómo lidiar con el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, Warren tiene un plan para absolutamente todo.

No es sorpresa para nadie, entonces, que el eje dinamizador de la contienda demócrata el pasado miércoles se haya centrado en cómo otros candidatos podrían ofrecer soluciones distintas a las de la Senadora.

Si bien contrincantes como Julián Castro y Corey Booker lograron tomar las riendas de la discusión en asuntos como el derecho al aborto, la inmigración y la violencia, los asuntos siempre volvían a las propuestas originales de Warren.

Sus críticos podrían decir que sus posturas son muy radicales, hasta divisionistas – quizás en parte por su loable afán de siempre ser fiel a sí misma – pero es precisamente esto lo que hace de Warren una contrincante que podría tumbar a Trump del asiento.

Esto es tan sólo una muestra del fenómeno político iniciado por Sanders hace algunos años, que tomó fuerza con victorias como las de Alexandria Ocasio-Cortéz, y que hoy en día buscan desesperadamente un terreno fértil que nos garantice un gobierno demócrata en el 2020.