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Un grupo de personas abrazan a sus familiares en una de las puertas de la valla fronteriza entre Estados Unidos y México, en Tijuana (México). La política antinmigración de Trump ha puesto las cosas difíciles a los indocumentados. Foto: EFE/David Maung
Un grupo de personas abrazan a sus familiares en una de las puertas de la valla fronteriza entre Estados Unidos y México, en Tijuana (México). La política antinmigración de Trump ha puesto las cosas difíciles a los indocumentados. Foto: EFE/David Maung

El desafío de una inmigrante guatemalteca al ICE

Miriam Martínez Lemus, residente en Connecticut y madre dos hijos, decidió retar la orden de deportación del ICE y en lugar de subirse al avión de vuelta a su…

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La gente valiente se merece un reconocimiento. Y este el caso de Miriam Martinez-Lemus, una inmigrante guatemalteca residente en Connecticut que el lunes por la tarde decidió desafiar la orden de deportación de los agentes de inmigración (ICE) y no subirse al avión de vuelta a casa. En lugar de eso, se subió a su auto y manejó de vuelta a su casa, en Stamford.

No me estoy escondiendo”, dijo por teléfono Martinez-Lemus al diario local The Courant. “Estoy en mi casa, con mi familia, sin causar daño a nadie”.

Casada, madre de dos niñas, Martinez-Lemus llegó a EEUU en 1992 huyendo de la violencia en Guatemala. Desde el año 2012 su situación legal es complicada, pero ha conseguido prorrogar su deportación año tras año. Su situación legal, no obstante, dio un vuelco con la llegada de Donald Trump y su retahíla de políticas antinmigración a la Casa Blanca.

  Desués de un último intento fallido de prorrogar su orden de deportación, Martinez-Lemus debía haber tomado un avión con destino a Guatemala a las 3pm. En lugar de ello, regresó a su hogar, con su familia, descartando la opción de buscar refugio en alguna iglesia-santuario. Martinez-Lemus decidió quedarse en su casa junto a su marido y sus hijos, sin importarle que el ICE pueda volver a detenerla. Los agentes del ICE saben perfectamente dónde se encuentra ya que lleva puesto el brazalete electrónico.

"Ella no intenta dejar el país, sino seguir con su vida. Hay una expectativa de que ICE se presente (en su hogar) y la saque. Ella no va a dejar a su familia", dijo a Efe el abogado Sidd Sinha, del bufete de Glenn Formica, que la defiende.

Según el ICE, Martinez-Lemus debía haberse marchado de EEUU en 2002, pero nunca lo hizo ni presentó evidencias de querer hacerlo.

A pesar de contar con el apoyo del gobernador de Connecticut, Dennel P. Malloy, y de los grandes esfuerzos y papeleos de su abogada, Martinez-Lemus no logró que se le prorrogase la orden de deportación que pesa sobre ella.  

Según informa la agencia EFE, el gobernador Malloy hizo el lunes un llamamiento a Inmigración para que reconsidere su decisión de separar a la guatemalteca de su familia y recordó que durante la campaña electoral el ahora presidente Donald Trump prometió deportar solo a los "bad hombres" (malos hombres).

"Esa no es la situación aquí. Si fuera así, no estaría aquí. Estas son unas circunstancias bien diferentes", dijo en una conferencia de prensa en New Haven, al conocerse la negativa del ICE.

Desde que el caso de Martinez-Lemus se ha hecho público, un grupo de ciudadanos ha abierto una petición para detener la orden de deportación en MoveOn.org