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Un padre abraza a su hijo de 3 años mientras duerme, después de haber sido detenido junto a otros inmigrantes indocumentados por la Patrulla Fronteriza el 7 de diciembre de 2015 cerca de Río Grande City (Texas). Foto: John Moore/Getty Images.
Un padre abraza a su hijo de 3 años mientras duerme, después de haber sido detenido junto a otros inmigrantes indocumentados por la Patrulla Fronteriza el 7 de diciembre de 2015 cerca de Río Grande City (Texas). Foto: John Moore/Getty Images.

La Agencia Federal pierde 1.475 niños indocumentados e insiste en separar familias

El Departamento de Salud y Servicios Humanos habría perdido el rastro de 1.475 niños indocumentados puestos bajo custodia de guardianes. Aún así, la…

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Resulta que el presidente Donald Trump tiene la razón en algo: hay vacíos en el sistema de inmigración estadounidense; pero contrario a lo que Trump asegura, quienes realmente están en peligro al llegar al país son los inmigrantes indocumentados, en especial los niños.

Durante la semana pasada, una terrible noticia creció en las redes al hacerse pública la declaración del funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) Steven Wagner ante un Comité en el Senado, donde testificó que la Agencia Federal “perdió el rastro de 1.475 niños que habían cruzado la frontera con México por su cuenta (es decir, sin compañía de un adulto), y fueron subsecuentemente ubicados con adultos guardianes en Estados Unidos”.

Según el análisis publicado por la Associated Press, entre los meses de octubre y diciembre del 2017, “la HHS dijo que 7.635 niños fueron ubicados con padrinos”, y se descubrió que tan sólo 6.075 de ellos aún vivían con sus guardianes, 28 habían escapado, 5 fueron deportados y 52 vivían con alguien más. Según el reportaje, se desconoce el paradero del resto de ellos, que suman 1.475.

La noticia pasó desapercibida en la mayoría de los medios hasta que, en vísperas de la celebración del International Missing Children’s Day, el columnista E.J. Montini publicó un artículo en USA Today denunciando que la Agencia Federal habría “perdido” una gran cantidad de niños inmigrantes.

¿Quién es el verdadero responsable?

Si bien los 1.475 niños perdidos no fueron separados de sus padres al llegar a territorio estadounidense – pues habrían llegado por su propia cuenta – la agencia federal presuntamente se habría lavado las manos de la responsabilidad al entregarles a un adulto “responsable” y no hacer seguimiento posterior, permitiendo de esta manera que se desconociera el paradero o las condiciones de los niños una vez dentro del país.

En su defensa, el lunes por la noche el subsecretario de la HHS, Eric Hargan, emitió un comunicado asegurando que las aseveraciones de la “pérdida” de los menores sin compañía adulta (UAC, por sus siglas en inglés) eran “completamente falsas”.

Hargan aseguró que una vez que los padrinos declaraban “no necesitar recursos adicionales”, la ubicación de los niños era llevada a cabo y que, aún cuando sí se realizaban medidas de seguimiento, en muchos casos la HHS no ha conseguido respuesta por parte de los adultos responsables que, frecuentemente, “son también ilegales”.

La crueldad como estrategia

Pero para Montini, el anuncio de las nuevas medidas de “separación de familias” por parte de la Administración Trump habría solapado la noticia anterior, aún cuando podría incidir en el aumento de desapariciones infantiles.

Esto se demostró con las respuestas de la Secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen ante la pregunta de la Senadora demócrata por California, Kamala D. Harris con respecto al protocolo que la Administración pretende llevar a cabo una vez que separen a los hijos de sus padres.

“El niño, de acuerdo a la ley, quedará bajo el cuidado y la custodia del HHS”, respondió Nielsen, reiterando los miedos de activistas y organizaciones que prevén la desaparición de muchos niños más en manos del tráfico humano, y gracias a los vacíos amparados por las agencias responsables.

Por ejemplo, en uno de los vídeos de investigación de la PBS Frontline, el Programa de Reportaje Investigativo de la U.C. Berkeley demostró cómo los fallos en el sistema de inmigración estadounidense permitieron que un grupo de adolescentes guatemaltecos “trabajaran en contra de su voluntad” en una finca de huevos en Ohio.

Para el Senador Rob Portman (R-Ohio), presidente del subcomité del Senado, estas condiciones son “esclavitud moderna”.

“Estos niños, sin importar su estatus migratorio, merecen ser tratados propiamente, no abusados o traficados”, dijo Portman ante la audiencia de Wagner. “Esto es cuestión de responsabilidad”, reportó el Washington Post.

Sin embargo, para la Administración el razonamiento es unilateral: los malos vienen de afuera y hay que detener su flujo de alguna manera.

Es por ello que tanto para Nielsen como para el Fiscal General Jeff Sessions, medidas como la separación familiar deberían funcionar como “disuasión”, en un intento por acobardar a las personas que planeen cruzar la frontera de manera ilegal.

Según las declaraciones del Director de Personal de la Casa Blanca, John F. Kelly, en una entrevista con NPR, “(los inmigrantes) están viniendo al país por una razón, y yo simpatizo con la razón. Pero las leyes son las leyes, y un gran nombre en el juego es la disuasión”.

El presidente le da la vuelta a la tortilla

Finalmente, pareciera que al presidente Trump no le ha llegado el memo de las decisiones de su administración, pues durante el fin de semana acusó al partido demócrata de ser responsable de la separación familiar.

“Pongamos presión en los demócratas para poner fin a la horrible ley que separa a los niños de sus padres una vez que cruzan la frontera hacia Estados Unidos. “Pescar y Liberar”, loterías y cadenas (migratorias) deben desaparecer con ella y DEBEMOS seguir construyendo el MURO!”, escribió en Twitter.

 

 

Asimismo pidió una propuesta de ley bipartidista, aún cuando ha desechado cualquier oferta que no incluya su muro, poniendo en riesgo también la vida de 800.000 jóvenes indocumentados.