Han fallado todas las encuestas en Argentina. La derrota peronista no la preveía ninguno de los sondeos, pero así ha sido. Con nuevos comicios legislativos en un par de meses, el Gobierno nacional tiene un duro golpe del que reponerse: sus candidatos han perdido 18 de los 24 distritos del país, incluida la provincia de Buenos Aires. 

La oposición, aglutinada bajo la marca Juntos por el Cambio que hizo presidente a Mauricio Macri en 2015, ha ganado en provincias tradicionalmente kirchneristas. Además de Buenos Aires o Mendoza, ha ganado en La Pampa, Tierra del Fuego, Misiones o Santa Cruz. Vistas como un plebiscito, las elecciones han sido un claro suspenso a la gestión de Alberto Fernández. 

Quien se perfila como futuro ganador es el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Las presidenciales están previstas para 2023, pero habrá que ver si el gobierno actual aguanta hasta entonces. La caída de la economía en picado y las luchas internas del partido amenazan el liderazgo de Fernández. 

Era la primera vez que las elecciones eran primarias, abiertas, obligatorias y simultáneas en todas las provincias. La noche empezó con celebraciones en el Frente de Todos, el partido del presidente, porque los primeros resultados les daban la victoria. Pero las actualizaciones del escrutinio curvaron hacia la tristeza las iniciales sonrisas.