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Migrantes esperan en Tijuana poder cruzar a Estados Unidos para pedir asilo. Foto: Cuartoscuro
Migrantes esperan en Tijuana poder cruzar a Estados Unidos para pedir asilo. Foto: Cuartoscuro

Cruzar la frontera también es un acto de resistencia

Toda la parafernalia y las políticas de la Administración Trump no han sido suficientes para quebrar la voluntad de miles de personas que siguen intentando…

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Este miércoles el Departamento de Seguridad Nacional hizo públicas las cifras de detenidos en la frontera. Alrededor de 52.000 personas fueron detenidas tan sólo en el mes de mayo, y las cifras mantienen un ritmo de aumento constante desde hace más de tres meses.

A pesar de la militarización de la frontera, de la política de “tolerancia cero” anunciada por el fiscal general Jeff Sessions y la agresividad del discurso presidencial, el ímpetu inmigrante no ha hecho sino consolidarse.

El fenómeno resulta curioso después de que las cifras de inmigrantes intentando cruzar la frontera hubiese decrecido considerablemente durante el primer año de esta administración que, según el New York Times, fue “la tasa más baja en cuarenta años”.

Considerando que los números del primer año de gobierno han sido utilizadas por Trump y sus asesores como “métrica” para alabar sus fuertes medidas anti-inmigrante, este aumento se ha traducido en fuertes tensiones dentro de la Casa Blanca, explicó el Times, y algunos funcionarios de la administración han dicho que “el departamento no está haciendo lo suficiente para reducir el número de cruces ilegales” en la frontera.

A pesar de los esfuerzos por intimidar a las familias inmigrantes ante el riesgo de la separación, los datos demuestran que a finales del mes de mayo, “alrededor de 11.000 niños inmigrantes se encuentran bajo custodia del gobierno”, según el Washington Post. Esto representa un aumento de “más del 20% con respecto al mes anterior”. 

La mayoría de los viajeros provienen de Guatemala, Honduras y el Salvador, y las zonas de mayor tráfico han sido las aledañas al Valle Río Grande en el sur de Texas y en la zona sur del estado de Arizona.

El departamento ha argumentado que el aumento sería un efecto colateral de “años de inacción política”, según declaró el vocero Tyler Q. Houlton. “También está claro que tomará más que sólo las acciones de la administración (para contrarrestar el tránsito)”.

Sin embargo, el efecto de la Caravana de Refugiados a principios de año y la oleada de candidatos demócratas victoriosos en las elecciones primarias durante los últimos meses han demostrado que hay muchas formas de resistir ante el nacionalismo y el aislacionismo de este gobierno.