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Imágenes desgarradoras de la patrulla fronteriza atacando a inmigrantes haitianos en el puente Del Río en Texas han desatado la crítica de diversos sectores. Foto: Getty Images
Imágenes desgarradoras de la patrulla fronteriza atacando a inmigrantes haitianos en el puente Del Río en Texas han desatado la crítica de diversos sectores. Foto: Getty Images

Se agrava la crisis en la frontera por llegada de haitianos 

Mientras la patrulla fronteriza está sobrecargada, los haitianos siguen llegando en medio de falsas promesas y desesperación. 

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La situación en el puente Del Rio en Texas se empeora con el pasar de los días y la llegada de más haitianos que buscan desesperadamente refugio en Estados Unidos. 

Si cuando el cruce se cerró la semana pasada, se hablaba de al menos 6.000 inmigrantes, en su mayoría provenientes de Haití, la semana empieza con más de  10.000 personas en el lugar, la patrulla fronteriza agobiada, deportaciones masivas y los gobernadores republicanos poniendo presión sobre Biden para arreciar las restricciones migratorias. 

Los miembros de la patrulla fronteriza han tomado medidas extremas para tratar de disuadir a las personas en el lugar y este lunes se conocieron imágenes de patrulleros a caballo golpeando a los migrantes que trataban de llegar al puente internacional lo que causó una fuerte reacción de activistas y políticos en redes sociales.

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"Absolutamente inaceptable.  No importa lo retadora que sea la situación en Del Rio, nada justifica la violencia contra los migrantes que tratan de buscar asilo en nuestro pais", dijo la representante Verónica Escobar a través de su cuenta de Twitter. 

Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo durante su visita al puente que "estamos muy preocupados porque los haitianos que están tomando este camino migratorio irregular están recibiendo información falsa de que la frontera está abierta o que el estatus de protección temporal está disponible". 

Y es que el estatus de protección temporal es válido para los haitianos que  llegaron al país antes del 29 de julio, y aunque hoy el presidente Biden anunció el aumento de la capacidad de refugiados a 125.000, esto no protegería a los haitianos ni a los miles de afganos que han llegado en las últimas semanas huyendo del taliban, pues este cupo empezaría a contar desde el próximo 1 de octubre cuando arranca el nuevo año fiscal, y ni los haitianos ni los afganos están clasificados oficialmente como refugiados.

Volver a Haití no es una opción

En medio de esta crisis, la administración empezó a deportar a los inmigrantes en la zona a sus países, lo que ha causado diversas reacciones, teniendo en cuenta la difícil situación que vive el país luego del terremoto del pasado 14 de agosto en el que murieron al menos 2.000 persons y la crisis política y social que desató el asesinato del presidente Jovenel Moise hace unos meses. 

Aún más teniendo en cuenta que muchos de ellos no vienen directamente de Haití, sino que salieron de su país hace años y vienen después de recorrer un largo camino desde Sudamérica, donde quedaron atrapados por el cierre de las fronteras durante la pandemia de COVID-19. 

Y es que en el sur del continente la diáspora haitiana ha crecido considerablemente después del 2010, cuando un terremo destruyó al país. 

Miles de personas llegaron a países como Chile, ya fuera a establecerse en unas condiciones bastante precarias o como parte de una ruta que bordea el Pacífico hacia el norte y que pasa por la selva del Darién en Colombia, un punto que se ha convertido en crítico para quienes quieren llegar ilegalmente a Estados Unidos desde Sudamérica, e incluso desde África. 

Un grupo de 50 senadores demócratas envío una carta a Biden criticando las deportaciones. 

La representante Alanna Presley, una de las firmantes, dijo en declaraciones a la prensa que "la administración Biden no puede decir que está haciendo todo lo que puede para apoyar a la comunidad haitiana mientras continúa deportando haitianos injustamente, cuando la isla enfrenta su peor crisis política, de salud pública y económica". 

En la otra orilla, los 26 gobernadores republicanos solicitaron una reunión con el presidente para revisar la situación en la frontera. 

"El aumento de cruces ilegales desde hace meses ha instigado una crisis humanitaria internacional, disparado la actividad criminal internacional y abierto las compuertas al tráfico humano y  los narcotraficantes poniendo en peligro la salud pública y la seguridad en nuestros estados", dice la carta de la Asociación de Gobernadores Republicanos, "Una crisis que comenzó en nuestra frontera sur ahora se extiende a todos los estados y requiere acción inmediata antes de que la situación empeore". 

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