El breve regreso de Hillary Clinton en los Grammy
La ex candidata presidencial apareció en un breve segmento del evento para meter el dedo en la llaga del presidente Donald Trump.
Una de las herramientas más frecuentes para hacer frente a circunstancias políticas controversiales es siempre el humor.
En una época en la que el gobierno estadounidense pareciera sacado de un guión de Los Simpsons, los eventos mediáticos más importantes no se quedarían atrás en demostraciones de descontento y mofa.
Tal fue el caso de la ceremonia de los Grammys 2018 donde un vídeo pregrabado puso el tono político a la noche. El anfitrión James Corden simulaba una audición para la grabación del audiolibro Fire and Fury de Michael Wolff – el texto que ha revelado el gran caos contenido en la Casa Blanca de Trump – donde varios artistas intentaban leer extractos con la mejor interpretación que podían, sin lograrlo.
No fue sino hasta que apareció aquél peinado rubio escondido detrás del libro, que todos nos dimos cuenta que este sería el sketch que se robaría la noche.
Era nada más y nada menos que la ex candidata y férrea contrincante de Trump, Hillary Clinton, quien con una dulce dicción lograba “quedar seleccionada” en la audición de Corden.
Siguiendo las palabas de Wolff, Clinton leía sobre el presidente: “Ha tenido un constante miedo de ser envenenado, siendo ésta una de las razones por las que le gusta comer en McDonald’s: nadie sabría que él venía y la comida estaba prudentemente pre-hecha”.
La actuación de Clinton fue recibida con un aplauso avasallador por parte de la audiencia, pues el gesto orquestado por Corden supone una de las críticas más profundas al presidente desde el corazón de su hogar, el Madison Square Garden de Manhattan.
Es difícil imaginar un cuadro más doloroso para el presidente que su archienemiga leyendo un fragmento del libro que le ha causado pesadillas, frente a todas las estrellas del entretenimiento - su terreno favorito.
Según reportó AP, los productores del Grammy comunicaron a Hillary Clinton hace un par de semanas las intenciones de grabar el sketch y le hicieron llegar el guión que, después de un par de días, la ex primera dama aceptó.
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Neil Portnow, presidente de la Academia de la Grabación, dijo a AP que “sentía que la participación de Clinton fue más satírica que política”. Y es que cuando de crítica se trata, no hay mejor herramienta que el humor.
Pero si algo hemos aprendido en estos últimos meses, es que el gobierno de Donald Trump tiene de todo menos sentido del humor.
Así lo demostró la reacción de la Embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, quien recurrió a Twitter durante la noche del día domingo para asegurar que los premios “arruinan la música con basura”.
“Algunos de nosotros disfrutamos de la música sin que le tiren política encima”, dijo la diplomática, criticando el sketch de Corden.
Según reportó Talking Points Memo, un asociado cercano al Presidente Trump declaró que la reacción de Haley no es inusual, pero que es particularmente importante esta vez porque incluye el libro Fire and Fury, cuyo autor ha asegurando durante semanas que Trump y Halley mantienen una aventura amorosa.
Guste a quien guste – y mientras la Primera Enmienda se mantenga intacta – este tipo de manifestaciones político-culturales son necesarias, cuando no indispensables, para mantener la realidad en perspectiva y para soñar, así sea por un par de segundos, lo distinto que sería nuestro día a día si realmente hubiésemos llegado a tener una mujer presidente por primera vez.
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