Luego de la actualización de la lista del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en la que se anuncia la recompensa de US$ 5 millones por los cuatro hijos del condenado narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no ocultó su molestia y señaló que la captura de los narcos era un asunto de su país. 

Para los opositores del presidente, el anuncio de EE. UU. se veía venir, especialmente luego del famoso “Culiacanazo”, un operativo realizado en octubre de 2019 en el que uno de los hijos de “El Chapo”, Ovidio Guzmán, iba a ser capturado, pero que, “por seguridad” de los habitantes de Culiacán, en Sinaloa, tuvo que ser liberado en uno de los hechos recientes más bochornosos para las fuerzas armadas mexicanas.

El Departamento de Estado de Estados Unidos resaltó que el monto ofrecido por la captura de los hijos de “El Chapo” es individual, lo que quiere decir que en total hay US$ 20 millones disponibles para pagar por la información que permita dar con el paradero y posterior captura de los señalados. 

Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López, son considerados por las autoridades de EE. UU. como líderes o “miembros de alto rango” del Cartel de Sinaloa, por lo que sobre ellos recae una acusación federal por participar en actividades de tráfico ilícito de drogas. 

El anuncio contra los hijos de “El Chapo”, quien fue condenado a cadena perpetua más 30 años, llega mes y medio después de que la actual esposa del narco, Emma Coronel, fuera sentenciada a cumplir 3 años de prisión y 4 de libertad supervisada.

Los cuatro hijos de “El Chapo”, quien ha reconocido a 10 herederos producto de su relación con 3 parejas distintas, presuntamente serían algunos de los que tomaron las riendas de los negocios del narco luego de su captura y posterior condena en EE. UU.  

De acuerdo con los documentos judiciales presentados durante el juicio contra Guzmán, los hijos del criminal con Alejandrina Salazar, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo “El Alfredillo”, serian quienes asumieron el poder tras la captura de su padre, aunque otras fuentes indican que ellos seguirían órdenes de Ismael “El Mayo” Zambada.

Mientras que “El Alfredillo” se encuentra en la lista de los narcotraficantes más buscados por la DEA, Iván Archivaldo ya había sido detenido en 2005 por lavado de activos, para luego ser liberado tres años después por falta de pruebas. 

Por su parte, Ovidio y Joaquín, parte del grupo de hijos más jóvenes y producto de la relación de “El Chapo” con Griselda López, deben asumir cargos por tráfico de drogas en Estados Unidos. A diferencia de la reputación estratégica de su padre, de acuerdo con las autoridades los Guzmán López cuentan con una reputación de excesivamente violentos y con pocas habilidades para controlar el negocio. 

Según el gobierno estadounidense, Ovidio Guzmán, a quien también se le conoce por su alias de “El Ratón”, con respaldo de su hermano Joaquín, habría estado envuelto en una importación de narcóticos cuando su padre ya se encontraba recluido en prisión. 

Tras el anuncio del Departamento de Estado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recalcó que era el papel de su gobierno y no de Estados Unidos capturar a los narcos. 

A través de su conferencia de prensa matutina, López Obrador señaló que si los hijos de Guzmán se encuentran en México, es trabajo de las autoridades de su país detenerlos. Asimismo, subrayó que no se permitirá que ninguna fuerza extranjera actúe en territorio mexicano.

El presidente le respondió a sus detractores que, aunque EE. UU. no utilizó los canales oficiales, sí es una prioridad de su Gobierno capturar a estos criminales. También defendió su decisión de liberar a Ovidio en 2019 en medio de un operativo de captura en Culiacán. 

“Si hicimos bien, si hicimos mal, ya la historia lo dirá. Yo fui el que tomé la decisión de parar el operativo", recalcó López Obrador en la rueda de prensa.

Haga clic aquí para seguir las declaraciones completas de AMLO