La familia ecuatoriana Sucuzhañay se mostró el martes agradecida y aliviada después de que un jurado de Nueva York hallase culpable de asesinato, con el agravante de crimen de odio, al agresor de José y señaló que el veredicto envía un claro mensaje a los intolerantes.

"Todos en nuestra familia se sienten muchísimo mejor ahora que se ha hecho justicia a nuestro hermano aunque eso no nos lo devolverá", aseguró Diego Sucuzhañay durante una conferencia de prensa en la esquina de las calles Kossuth Place y Bushwick Ave., en Brooklyn, donde José y su hermano Romel fueron atacados por Keith Phoenix y Hakim Scott en diciembre de 2008.

Diego recordó en su intervención que José era alguien que siempre quiso hacer el bien y ayudar a la comunidad y agregó que "desde el cielo, ahora mismo seguro que es muy feliz viendo estos resultados".

"Este tipo de veredictos envían un mensaje muy claro a la intolerancia", aseguró, al tiempo que alabó la labor realizada por la fiscalía de Brooklyn en este proceso.

"Han logrado demostrar, con pruebas, que lo que ellos hicieron fue un crimen y además motivado por el odio, que es lo más peligroso", aseguró Diego, que también se mostró confiado en que la decisión del jurado "sea un ejemplo" para el resto del estado y el país.

Romel, que regresaba con José de una fiesta cuando fueron atacados por Phoenix y Scott mientras estos proferían insultos contra los inmigrantes y los homosexuales, rompió en esta ocasión el silencio que ha mantenido ante los medios de comunicación.

"Este momento es muy especial para mi", aseguró.

"Me siento un poco liberado de la situación que he pasado desde hace dos años. He recuperado un poco, pero no el cien por cien. Para mi es tan difícil", manifestó Romel tratando de no perder la compostura, al tiempo que aseguró que todo ello le ha afectado mucho emocionalmente.

Los Sucuzhañay expresaron el agradecimiento de toda la familia a cuantos les han ayudado en este proceso y a la fiscalía de Brooklyn "por toda su dedicación para que se hiciera justicia a nuestro hermano".

El fiscal Charles Hynes recordó que, pocos días después del asesinato de José, vino a este mismo lugar y aseguró a la comunidad que se hallaría a los culpables y los procesarían, y que de la única forma en que saldrían de la cárcel sería "en un ataúd".

"Hoy reafirmamos eso", señaló Hynes, que explicó que su oficina tomó este caso "muy en serio" desde un principio, al tiempo que afirmó que en el condado en que actúa no se tolerarán crímenes así.

"Si odias tanto a alguien como para utilizar la violencia en su contra, en este condado vas a ser condenado y vas a ir a prisión por un tiempo muy largo", recalcó.

El cónsul ecuatoriano en Nueva York, Jorge López, afirmó que el Gobierno de Ecuador se sentía "muy satisfecho" con el veredicto en este caso y llamó la atención de las autoridades en Nueva Jersey, donde existe otro caso similar de agresión motivada por odio racial.

Ana Maria Archila, codirectora de la organización "Se hace Camino en Nueva York", que trabaja en favor de los inmigrantes y de las personas homosexuales, manifestó que la violencia que se llevó la vida de José Sucuzhañay "sigue existiendo en todo el país".

"La vida de José no se fue en vano", aseguró la activista, que también subrayó que "este momento nos va a ayudar a seguir luchando por la justicia" y por acabar con la violencia motivada por el odio.

En el caso de Scott, que fue juzgado en mayo pasado, el jurado lo halló culpable de homicidio pero sin el agravante de crimen de odio como alegó la fiscalía y en julio conocerá la sentencia.

Phoenix fue juzgado en ese mes también, pero el jurado en aquella ocasión no logró una decisión unánime por lo que la jueza Patricia di Mango decidió anular el juicio y convocar otro con nuevo jurado.

Los doce miembros del jurado determinaron este lunes que Phoenix sí era culpable de asesinato con el agravante de crimen de odio así como de otros delitos relacionados con aquel brutal asalto, por lo que podría ser condenado a cadena perpetua.