La naturaleza parece no perdonar a Estados Unidos este año. No sólo los vientos huracanados han cobrado víctimas en el país; el fuego también está haciendo estragos.

Al menos 13 personas han fallecido por las incontrolables llamas que han devorado el estado de California en lo que va de año, de los cuales 11 han sido en los condados de Napa y Sonoma, al norte del estado.

Según los datos oficiales del condado de Marín, “más de 1.500 casas y negocios han quedado totalmente calcinados y 30.000 personas han tenido que ser evacuadas”, informó el diario El País.

Durante la noche del día domingo, se reportaron varios focos en la zona vitivinícola de California, al norte de la Bahía de San Francisco, y para la noche del lunes ya se registraban al menos 10 muertes: 7 en el condado de Sonoma, 2 en Napa y 1 en Mendocino, según informó el Departamento de Silvicultura y Protección de Incendios de California.

Estas cifras fueron confirmadas por el alguacil del condado de Sonoma a través de su cuenta en Twitter.

Asimismo, más de 100 personas han tenido que ser asistidas – entre quemaduras y asfixias – y son cientos las que no poseen gas, electricidad ni agua corriente.

El gobernador del estado, Jerry Brown, ha declarado el estado de emergencia, después de que el fuego devorara 30.000 hectáreas, alimentado por los fuertes vientos de hasta 80 kilómetros por hora, que han llevado humo y cenizas a la ciudad de San Francisco.

“Esto es realmente serio. (El fuego) se está moviendo muy rápido. El calor, la falta de humedad y los vientos nos están llevando a una situación muy peligrosa y está empeorando”, declaró el gobernador Brown en una rueda de prensa. “No está bajo control, pero estamos intentándolo de la mejor manera que podemos”.

El gobernador urgió que el suceso debe declararse como “un gran desastre”, insistiendo en la solicitud oficial al presidente Trump de que autorice los recursos federales necesarios para situaciones de esta índole.

Con 15 focos activos, los condados afectados han perdido hoteles, casas, bares y bodegas de vino, sumando hasta 1.500 propiedades destruidas por completo. Unas 20.000 personas han sido desplazadas, según reportó la BBC.

“Casi todo nuestro esfuerzo anoche y esta mañana temprano ha estado enfocado en evacuar y movilizar ciudadanos de las zonas de peligro”, aseguró el director del departamento de protección de bosques e incendios de California, Ken Pimlott el día lunes.

Desde entonces, se han identificado nuevos focos en las colinas de Anaheim que han arrasado con más de 800 hectáreas, informó Animal Político.