Hay muchas razones por las que los políticos americanos destacan la poderosa relación entre los Estados Unidos y México.

Además de ser nuestro vecino del sur, México es el segundo mayor socio comercial global de los EE.UU. 

De la población hispana de EE.UU., que es de casi 60 millones de personas, los mexicanos son más del 60% del total. Por lo tanto, las fiestas, canciones y comida mexicanas han pasado a formar parte de la cultura americana. 

Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia, debe tener en cuenta los asuntos méxico-americanos si quiere desbancar a Donald Trump y ganar la Casa Blanca. 

Las últimas encuestas podrían hacer que la campaña de Biden se diera cuenta de esto aún más. 

Según una encuesta de NPR/PBS NewsHour/Marist del 26 de junio, sólo el 59% de los Latinx votaría por Biden sobre Trump. Eso es 7 puntos menos que el 66% del apoyo Latinx que Hillary Clinton recibió en 2016.

Los votantes México-Americanos y Latinx serán una parte significativa del electorado en estados indecisos como Arizona, Texas y Carolina del Norte. Estos estados serán cruciales para Biden si planea tener algo más que una estrategia de Cinturón de Óxido.  

Su campaña se centra en volver a los días de la administración de Obama, en la que fue vicepresidente, pero ¿qué significa esto para los mexicano-americanos?

Las políticas que ha impulsado y sus efectos en los méxico-americanos de este país llevan a muchos a creer que será difícil para él despertar el entusiasmo entre el grupo de votantes cruciales. 

En 1993, cuando Biden era senador de Delaware, votó a favor de la Ley de Aplicación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. 

Se suponía que el TLCAN traería un rápido desarrollo económico a México, pero en cambio, según el Consejo de Relaciones Exteriores, la economía y el ingreso per cápita de México crecieron a tasas menores que las de otras naciones latinoamericanas.

El New York Times también informó de que, "a medida que el maíz y otros alimentos básicos estadounidenses fuertemente subvencionados llegaban a México, los precios de los productores bajaban y los pequeños agricultores se veían imposibilitados de ganarse la vida. Unos dos millones de agricultores se han visto obligados a abandonar sus granjas desde el TLCAN."

Muchos de esos agricultores no tuvieron más remedio que emigrar a los Estados Unidos, dejando atrás el negocio que una vez tuvieron y tal vez incluso a su familia.

Una de las promesas de la campaña del Presidente Trump es la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México, pero en 2006, Joe Biden votó por la Ley de la Cerca Segura e incluso dijo "a diferencia de la mayoría de los demócratas voté por 700 millas de cerca". 

En un debate de las primarias del año pasado, Jorge Ramos le hizo una pregunta a Biden con respecto a su declaración de la valla y en su respuesta, habló de temas no relacionados como el legado de Obama y la Ley de Violencia contra la Mujer. 

Más tarde trató de hacer una distinción entre Obama y Trump sobre la inmigración diciendo: "No encerramos a la gente en jaulas, no separamos a las familias". 

The Hill informó más tarde que estas acciones también ocurrieron durante la administración de Obama y que ellos también, construyeron esas jaulas.

De acuerdo con los datos del Departamento de Seguridad Nacional, la administración de Obama deportó a más de tres millones de personas, que es más que cualquier otra presidencia. 

Biden ha demostrado que no le gusta que lo enfrenten en este tema.

El activista de inmigración Carlos Rojas preguntó al ex vicepresidente sobre su historial de deportaciones en un evento de campaña en Greenwood, S.C. el año pasado. 

Después de que Rojas presionó a Biden para que se comprometiera a una moratoria en las deportaciones si era elegido, Biden le dijo al activista de inmigración: "Deberías votar por Trump".

Se queda corto en la reforma de la inmigración como dice su sitio web de campaña: "Los soñadores y sus padres deberían tener una hoja de ruta hacia la ciudadanía a través de la reforma legislativa de la inmigración. Pero mientras tanto, Biden eliminará la incertidumbre para los Soñadores restableciendo el programa DACA, y explorará todas las opciones legales para proteger a sus familias..."

En esa declaración, la campaña de Biden no dice cómo protegería a los padres de los Soñadores, lo cual es preocupante porque estos niños han luchado por estudiar o trabajar con seguridad en el único país que conocen y no deberían seguir temiendo perder a sus padres por la deportación. 

Su reforma migratoria deja fuera a muchas familias, ya que no menciona la reintroducción de la DAPA, que iría más allá de la DACA porque no sólo protege a los padres de los Soñadores, sino también a los padres indocumentados de los niños que son ciudadanos estadounidenses.

Según el Consejo Americano de Inmigración, 4,1 millones de niños estadounidenses viven con al menos un padre indocumentado. 

El cuidado de la salud también es un tema importante para la mayoría de los estadounidenses, y un estudio de 2020 de Pew Research encontró que el 71% de las personas de Latinx creen que el gobierno federal es responsable de asegurar que todos los estadounidenses tengan cobertura de salud.

Una pluralidad de la comunidad Latinx en el estudio dijo estar a favor de un sistema de seguro de salud nacional. Según su sitio web, la opción pública de Biden dejará al 3% de los estadounidenses sin seguro. 

La propuesta de Medicare para todos prometió cubrir a todos los americanos e inmigrantes indocumentados. 

Además, la revista Lancet publicó un estudio que concluía que "un sistema de atención médica universal de un solo pagador es probable que conduzca a un ahorro del 13% en el gasto nacional de atención médica, equivalente a más de 450.000 millones de dólares anuales". 

Biden no escuchó a los votantes de Latinx sobre el tema.

Biden también ha afirmado que elegirá una vicepresidenta femenina. Los medios de comunicación han incluido a la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, como una posible elección, pero una vicepresidenta demócrata corporativa latina no es el premio de consolación que los votantes de Latinx merecen. 

No importa a lo que Biden se comprometa ahora, hay décadas de evidencia de que él promulgó un mal juicio en asuntos que afectan a la comunidad México-Americana. 

El partido demócrata no debe esperar que el voto de Latinx sea un hecho ya que su voto tiene que ser ganado de la misma manera que lo es para todos los demás. Los méxico-americanos no buscan jugar en la política de identidad, sino simplemente ser escuchados y salir adelante.