En vísperas de las elecciones francesas, un ciudadano francés abrió fuego el día de ayer a las 21:00 horas contra una patrulla de policía en los Campos Elíseos de París, matando a un agente e hiriendo a tres personas más. El atacante fue abatido por otra patrulla cuando intentaba huir.

Los agentes bloquearon inmediatamente el acceso a la zona y horas después el Estado Islámico se atribuyó el atentado.

La Fiscalía parisina llevó a cabo las investigaciones pertinentes, registrando la casa del asaltante, titular del documento de matriculación hallado en el vehículo utilizado en el ataque, según el diario El Mundo.

Un segundo sospechoso ha sido identificado por el Ministerio Francés de Interior en colaboración con las autoridades belgas, quienes lo identificaron gracias a una orden de búsqueda en su nombre, pero el individuo se ha presentado en una comisaría de Amberes, en Bélgica.

Las autoridades francesas indicaron que el agresor utilizó “un arma automática de guerra, muy probablemente un fusil ametrallador como el Kalashnikov”, según continúa el informe.

La agencia del grupo terrorista islámico Amaq, identificó al agresor como uno de sus combatientes, bajo el nombre de Abu Yussef “el belga”, y los agentes franceses han arrestado a tres miembros de su familia.

La capital francesa ha bloqueado la zona y se mantiene fuertemente militarizada. Según AFP, el agresor había sido investigado por las fuerzas antiterroristas y había sido apresado en el 2005 por intentar agredir a agentes policiales.

El atentado sucede en el momento más álgido para la democracia francesa, frente a unas elecciones fuertemente divididas, donde la voz que sobresale es la del Frente Nacional, liderado por Marine Le Pen, quien ha hecho uso de la retórica anti-islamista y aislacionista para abanderar su candidatura. Su partido político hizo uso de las redes sociales de manera agresiva, difundiendo una supuesta fotografía del agresor, utilizando la muerte del agente policial como materia de propaganda electoral, asegurando que “cosas así no sucederían con Le Pen en la presidencia”.

Por su parte François Fillon, candidato conservador, declaró que “la lucha contra el terrorismo debía convertirse en la prioridad absoluta”.

Frente a una población indecisa muy alta, el atentado del día de ayer podría volcar las elecciones hacia una peligrosa derecha extremista.

Según Melissa Bell, corresponsal de CNN en París, “esto cambia las últimas horas de la campaña, pone la lucha contra el terrorismo, la inmigración y la identidad nacional en el centro. Hace que sea mucho más que una batalla entre Marine Le Pen y sus oponentes”.

Los tres candidatos principales a las elecciones, Le Pen, Fillon y el independiente de centro, Emmanuel Macron, anunciaron la suspensión de sus actos en el último día de campaña, antes de las elecciones el día domingo.

Este no es un caso aislado en las estrategias políticas europeas. Habrá que recordar la tragedia nacional española del 11 de marzo de 2004, cuando una célula de Al Qaeda atentó en la central de trenes de Atocha (Madrid), dejando como resultado 191 muertos y más de 1500 heridos, y la manipulación del evento llevada a cabo por el entonces presidente español José María Aznar, para intentar sacar provecho político frente a las elecciones del 13 de marzo del mismo año, en las que su Partido Popular fue derrotado.

La esperanza recae en la tradición democrática y en la conciencia política del pueblo francés, quien decidirá el día domingo el futuro de la nación de los derechos humanos, frente a un escenario político internacional que requiere más conciliación y menos visceralidad.