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Photo: Iberdrola
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¿Por qué México sigue apostando por el petróleo cuando otros países han empezado a invertir en alternativas renovables?

Tras la caída del petróleo en abril y la baja demanda del mismo durante la pandemia, el presidente de México decidió cancelar la construcción de plantas de…

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Mientras que la mayoría de los países están tratando de cambiar hacia una nueva realidad de la energía renovable, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha decidido seguir utilizando los combustibles fósiles

Debido a su eficiencia, las fuentes renovables se consideran el futuro de la energía. Las altas tasas de dióxido de carbono y la contaminación generada por los combustibles fósiles las han convertido en una fuente de energía obsoleta. 

Debido a esto, y a la ansiedad causada por el impacto del coronavirus en la economía, en abril, el precio del petróleo crudo sufrió una caída histórica sin precedentes. 

Según El Financiero, "fue la primera vez que el precio de este hidrocarburo cerró en terreno negativo". Lo que significaba que los vendedores con contratos en mayo tenían que pagar a sus clientes para tomar el petróleo que no podían almacenar. 

A pesar de que se espera que los suministros de petróleo en México se agoten antes de 2040 y el precio ha caído desde el comienzo de la pandemia, el proyecto clave de AMLO para invertir en refinerías de petróleo crudo sigue en marcha. 

"El presidente de México está frustrando el desarrollo de la energía renovable", declaró The Economist. En lugar de aprovechar la situación, el presidente de México sigue siendo nostálgico. 

Después de las políticas presentadas en 2018 por el gobierno, el objetivo de un 35% de energía renovable para 2024 es ahora poco realista. El uso de fuentes renovables se ha convertido en una batalla cuesta arriba. 

Como declaró el presidente de México en un video publicado en su cuenta de Twitter durante un viaje a Baja California en mayo, "las estructuras de la energía eólica afectan al paisaje y a la imagen natural". 

Sin embargo, el problema va mucho más allá del paisaje de Baja California. Según Gatopardo, la baja demanda de petróleo crudo ha causado una sobreproducción. El producto que se planeaba vender a lo largo de este año permanece almacenado y debe ser utilizado de alguna manera. 

Como resultado, México se ha apegado al anticuado sistema de transporte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que funciona con aceite de combustión, rechazando cualquier alternativa renovable.

Según Ramses Pech, analista de energía, esta es la principal razón por la que, en México, "los costos de distribución y transporte son mucho más altos que la energía en sí". El sistema de transporte de la CFE es antiguo y anticuado para las demandas actuales. 

Empresas privadas, como Iberdrola, han presentado soluciones y alternativas al problema. 

La administración ha decidido en cambio cancelar los costosos proyectos dando prioridad a las empresas nacionales sin considerar las consecuencias económicas de la decisión.

Como resultado, según Milenio, "México ha salido del ranking de países más atractivos para la inversión extranjera". 

En un momento en que las alternativas renovables han parecido ser la mejor solución, el gobierno mexicano ha decidido restringir el crecimiento de las nuevas estrategias apoyando aquellas que se han vuelto obsoletas.