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La Representante Demócrata por el Estado de California, Nancy Pelosi durante su discurso en la Cámara. (Vídeo cortesía del Washington Post)
La Representante Demócrata por el Estado de California, Nancy Pelosi durante su discurso en la Cámara. (Vídeo cortesía del Washington Post)

“El minuto más profundo en la historia de la Cámara”

En un discurso de 8 horas de duración la líder de la minoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, dejó con la boca abierta a quienes ponían en duda la…

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Con 77 años, impecablemente vestida y sobre tacones de cuatro centímetros, Nancy Pelosi, representante del distrito 12 de California y actual Líder de la Minoría Demócrata en la Cámara de Representantes, estuvo de pie durante 8 horas, en lo que se percibió como la mayor muestra de determinación y templanza por parte de cualquier integrante del partido frente a la crítica situación de los jóvenes inmigrantes llegados en la infancia (comúnmente llamados Dreamers).

Durante su tradicional derecho de palabra en el suelo del órgano legislativo, Pelosi extendió su minuto a ocho horas en las que hizo lo que todo votante y ciudadano anhela que sus representantes hagan: los trajo a la sala consigo.

Entre folios y folios de papel, Pelosi contó la historia de Luke, quien fue traído a Estados Unidos por sus padres a los 11 años desde Corea del Sur, de Lisia Dalla, de Alejandro González, Luis González, Nahomi Florentino, Pablo Da Silva, Diego García Ramírez, Andrea Ramos Fernández, y decenas de inmigrantes más cuyas vidas no conocen otra nación que este país, pero que ahora se ven amenazados por las políticas de la Administración Trump y por el obstruccionismo de un presidente intransigente.

Lo que muchos han descrito como un discurso dilatorio u obstruccionista, Pelosi lo ha defendido como “una ocasión para oponerse a esta ley y de hablar de justicia social en Estados Unidos”.

“Nos sentimos como miembros de segunda clase en el Congreso aquí cuando no está en nuestro ámbito discutir algo que está siendo discutido en todo el país, en el Senado, en la Casa Blanca” criticó la representante. “Pero aquí podemos tener la oportunidad de discutir oficialmente la legislación que está en el suelo”.

Para Sarah D. Wire, reportera del Los Angeles Times, este es un fenómeno único en la política del país. “Pelosi nunca había hecho algo así antes. De hecho, nadie lo había hecho. La Cámara no tiene la opción de un discurso dilatorio como en el Senado,” escribió en Twitter. “Los líderes han hecho uso de su privilegio de ‘minuto extendido’ para hablar durante quizás 20 o 30 minutos, pero Pelosi ha hablado por casi 3 horas.” 3 horas que se convirtieron en 8, y que llenaron la Cámara de los verdaderos protagonistas de esta historia.

La Representante citó pasajes de la Biblia, leyó comentarios de los Dreamers en los que solicitaban a sus representantes hacer algo al respecto y entabló una conversación directa con ellos, volviendo al objetivo central de la democracia: representar a quienes les eligieron.

Asimismo, Pelosi sacó a la luz una realidad que pocos conocían: entre los cientos de miles de Dreamers no hay sólo jóvenes hispanoamericanos, sino también asiáticos. “¿Sabían ustedes esto?”, preguntó a sus colegas.

Es cierto que este “performance político” puede ser percibido como una estrategia de deviación frente a la inmensa responsabilidad que pesa sobre los Demócratas en llegar a un acuerdo para evitar otro cierre gubernamental; también es cierto que este debate inaugura un año fundamental para la política en la Era Trump, considerando las elecciones de mitad de período que se llevarán a cabo durante el mes de noviembre, pero si algo es irrefutable de la actuación de Pelosi, es que es la primera vez que un Demócrata toma el toro por los cuernos en la lucha por la justicia social y la igualdad, en un momento tenebroso para Estados Unidos.

Pelosi lo demostró al cerrar su discurso diciendo: “nuestra solicitud básica es que honremos la Cámara de Representantes. Dennos la oportunidad de votar en el suelo. Agradezcamos y reconozcamos a los Dreamers por su coraje, su optimismo, su esperanza. Ellos son la inspiración para hacer Estados Unidos más estadounidense”.