La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi presentó una propuesta para un paquete de apoyo a la economía y alivio a las consecuencias de la pandemia que llega a los 3 billones de dólares.

Sin embargo, a pesar de que la primera –histórica– propuesta por 2 billones de dólares recibiera el apoyo bipartidista, se volviera ley y empezara a implementarse, los Republicanos ya informaron que es muy poco probable que apoyen la medida.

Según reportó Politico, Mitch McConnell (R-Ky.), el líder de la mayoría del Senado, comentó la propuesta de la Cámara de Representantes como algo que no estaba diseñado “para lidiar con la realidad, sino para lidiar con las aspiraciones".

Aunque sea posible que pase en la Cámara de Representantes, el Senado probablemente le ponga freno. Sin embargo, la propuesta es tan masiva –el texto original tiene 1.815 páginas y el resumen 90– que sí podría dar paso a un pulso entre Republicanos y Demócratas del que eventualmente nazca una nueva ley.

Uno de los argumentos republicanos para oponerse por principio a esta propuesta es que aún es muy pronto para saber si un nuevo paquete de subsidios sería necesario o conveniente. A pesar de ello, la respuesta tarde o temprano será que sí.

Una nueva propuesta de alivio económico ante la pandemia seguramente llegará pues la CARES Act ya empezó a mostrar sus flaquezas –como entregar subsidios de alivio al impacto económico a personas que ya habían fallecido hace uno o dos años–, porque en la medida en que se desarrolle la pandemia se entenderá mejor qué sectores deben ser apoyados y cómo y porque el golpe económico ha llegado ya a puntos comparables con los de la Gran Depresión, de modo tal que la recuperación económica y social no se dará sin una fuerte dosis de medidas contracíclicas por parte del gobierno federal. 

De probarse la medida propuesta por los demócratas, pasaría, entre otras medidas, una segunda ronda de cheques por 1.200 dólares –esperemos que esta vez solventando las dificultades anteriores–, 75 mil millones para alivios de hipotecas, 100 mil millones de subsidios para arrendatarios, 25 para el Servicio Postal, 3,6 mil millones para fortalecer las elecciones, 10 para que pequeños negocios subsidien el pago a trabajadores.

En vista de la preocupante escalada de casos de coronavirus en cárceles, 200 millones serían destinados a prevenir, preparar las prisiones y responder ante el COVID–19. 200 millones se destinarían a programas de prevención y respuesta a la violencia contra la mujer.

Otra parte importante de la propuesta está destinada a fortalecer el sector sanitario: 7,6 millones de dólares estarían destinados a expandir los servicios de salud para las poblaciones más vulnerables, 2,1 mil millones al CDC, 4,745 mil millones a Institutos Nacionales de Salud y 3 mil millones al apoyo de la salud mental.

100,15 mil millones estarían previstos para la financiación de escuelas e instituciones de educación superior.

Está por verse dónde acaba el pulso, pero es seguro que veremos varias rondas de él.