Los representantes demócratas por Nueva York, Ritchie Torres y Daniel Goldman, presentaron el martes 10 de enero una queja oficial ante el Comité de Ética de la Cámara de Representantes, solicitando una investigación sobre el representante republicano George Santos, que ha admitido haber inventado aspectos de su carrera, sus antecedentes y su vida personal. 

"El congresista Torres y yo creemos que es increíblemente importante asegurarse de que la integridad de la Cámara y la integridad de sus miembros están en primer lugar", dijo Goldman, ex fiscal federal que representa a partes del Bajo Manhattan y Brooklyn.

Esto se produce un mes después de que se publicara una investigación del New York Times sobre la autoproclamada "encarnación del sueño americano", que ponía en tela de juicio una serie de aspectos destacados de su carrera, su historial educativo y otros detalles de la legisladora de primer año, que representa a partes de Long Island y Queens. 

Goldman y Torres esperan que la investigación averigüe si Santos infringió la Ley de Ética Gubernamental -una ley anticorrupción aprobada tras el Watergate en los años 70- al presentar tarde sus documentos de divulgación financiera y ocultar información clave en los formularios de divulgación. 

Los candidatos deben presentar los documentos antes del 15 de mayo, y Santos no lo hizo hasta septiembre. 

"Esta investigación exige a la Cámara que vigile a los suyos, porque si queremos tener credibilidad, si queremos tener integridad y si queremos que este organismo se gane la confianza del pueblo estadounidense, tenemos que asegurarnos de que sus miembros cumplen las normas éticas de este organismo que todos estamos obligados a respetar", declaró Goldman a los periodistas a la salida del despacho de Santos.

Los dos representantes neoyorquinos entregaron en mano una copia de la denuncia en el despacho de Santos, antes de que éste les dijera que se la entregaran a uno de sus empleados. 

La denuncia también se produce días después de que Santos jurara su cargo por primera vez, lo que no hace sino añadir más presión sobre el legislador primerizo, que ya se enfrentaba a peticiones de dimisión de su propio partido, así como al escrutinio público y de los medios de comunicación. 

Goldman dijo que la investigación es necesaria e importante porque, en su mayor parte, los líderes republicanos han guardado silencio sobre las acusaciones contra Santos. 

"No hemos visto ni un solo movimiento por parte de los líderes republicanos. No han hecho ningún comentario público al respecto. No han condenado a George Santos y todas sus mentiras. Lo han adoptado como uno de los suyos", dijo Goldman.

"A pesar de que los republicanos prometieron drenar el pantano, vemos cómo la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes vuelve a llenarlo con un George Santos fraudulento, destripando la Oficina de Ética del Congreso en un momento en el que George Santos ha entrado en el Congreso con una nube ética sobre él", continuó Torres.

La solicitud de investigación de Goldman y Torres será una gran noticia para el Campaign Legal Center, un grupo de vigilancia, que también presentó una denuncia ante la Comisión Federal Electoral el pasado lunes, alegando que Santos utilizó dinero de la campaña para gastos personales, ocultando aún más las verdaderas fuentes de financiación de su campaña, que siguen siendo un gran misterio. 

En cuanto al resultado, Torres dijo que la Comisión de Ética de la Cámara podría utilizar una serie de diferentes medidas disciplinarias que van desde una simple multa a una expulsión, pero que al menos para ellos, el mejor resultado es la "rendición de cuentas", teniendo en cuenta que Santos también está siendo investigado por presunta conducta criminal.

La dirección del Partido Republicano ya ha respondido diciendo que se encargarán internamente de la situación, mientras que el líder demócrata, Hakeem Jeffries, ha arremetido contra Santos diciendo que a los demócratas les sorprende que Santos esté en el Congreso. 

El propio Santos también respondió a la queja, aparentemente sin inmutarse. 

"Son libres de hacer lo que quieran", dijo. "No he hecho nada poco ético".