Cualquiera en un radio de cinco bloques del Norris Square Park pudo oír entre el mediodía y las cinco del sábado el estruendo del moderno reggaeton y la música tradicional latina reverberando en las calles. 

Era la 35 edición del festival comunitario de Norris Square, que se celebra cada año en en este parque, epicentro geográfico y de actividad del barrio.

Por eso, el lema de este año fue “Mi barrio”, un guiño al cambiante vecindario, pero también un reconocimiento a la vibrante fuerza cultural de uno de los grupos más antiguos, la comunidad puertorriqueña. 

Desde niños jugando en el parque a ancianos disfrutando de las actuaciones musicales, varias generaciones de vecinos no quisieron perderse la celebración.

Además de la música, el festival también acogió puestos de vendedores locales, quienes ofrecieron gran variedad de productos, incluyendo la comida, ropa hecha mano, decoraciones y mucho más.

Para el artista Jose Antonio Escalera, la celebración fue la oportunidad perfecta para enseñar algunos de sus trabajos a la venta. 

“Ya he vendido dos de mis pinturas”, dijo.

Aunque era la primera vez que Escalera participaba, resaltó la gran potencia del festival para unir a la comunidad y mostrar su cultura.

“Reúne a todo el mundo”, dijo Escalera. “Me encanta”.

El día también supuso una buena oportunidad para que otras organizaciones de la comunidad se unieran y diesen a conocer sus servicios.

Estuvieron presentes instituciones deportivas locales, centros sociales, representantes de la oficina del Danilo Burgos y muchos más. 

Josephine “Cookie” Quiñones estuvo en el festival representando su organización, la Norris Square Community Alliance (NSCA). Trabaja en un programa para la juventud de los Servicios de Prevención Intensivos de la NSCA, pero dedicó el sábado a sentarse en una mesa informando a los asistentes sobre el futuro censo.

“Les estaba diciendo a esas tres señoras que estaba informando del censo cuando ellas me contestaron “¿el qué?”, dijo Quiñones. “Así que tuve que explicarles cómo de importante es el censo para tener un control de cuántas personas se benefician de nuestros programas cada día”.

Norris Square es uno de los barrios más deprimidos de Philadelphia, de acuerdo a la Oficina del Censo de Estados Unidos. 

El vecindario también es una las zonas de la ciudad con mayor crecimiento y oportunidades gracias al nuevo desarrollo de equipamientos e inversiones. Lo que significa multitud de recién llegados al barrio, y el sábado fue el día perfecto para darles la bienvenida a la comunidad.

Quiñones dijo que era un momento ideal para que conocieran al vecindario.

“Pienso que es bueno facilitarles que se presenten al resto”, dijo.

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