El ex-representante estatal de Pensilvania, J.P. Miranda fue sentenciado este jueves a cinco años de libertad condicional tras declararse culpable de haber contratado a un empleado fantasma para dirigir su oficina en 'North Philly', y de esta manera, poder pagar secretamente un salario a su hermana.

Por otra parte, su hermana Michelle Wilson fue sentenciada a dos años de libertad condicional, según la Oficina del Fiscal de Filadelfia.

Timothy Duckett testificó que Miranda lo contrató pero le dijo que no tenía que ir a la oficina y después le pidió que diera parte de su salario a su hermana. 

Miranda fue electo representante del Distrito 197 en el 2012. Las acusaciones en su contra surgieron en preámbulo a las elecciones, lo que le valió la derrota en las primarias.