Residentes de Filadelfia alertados a consumir sólo agua embotellada, tras que un derrame tóxico en Condado Bucks desemboca en el río Delaware
Mientras que no se encontraron contaminantes en el sistema de acueductos, los oficiales dijeron que no pueden estar“100%” seguros.
Durante la noche del viernes, 24 de marzo, una tubería estalló en Bristol, en el condado de Bucks, lo que resultó en el derrame de sobre 8,000 galones de sustancias latex al arroyo Otter, cuya ubicación queda en el tributario del río Delaware.
Por dicha razón, el domingo en la madrugada, a eso de las 10:30 a.m., oficiales del Departamento de Acueductos, y la oficina del Alcalde, llevaron a cabo una conferencia de prensa y emitieron un aviso a residentes de Filadelfia a limitar su consumo de agua del grifo a embotellada, por si los contaminantes se dirigieran al sistema de acueductos en la ciudad.
Hay un mapa que Acueductos publicó, el cual traza qué partes de la ciudad podrían verse impactadas por el agua contaminada. Según el mapa, el oeste de Filadelfia no será afectado por cualquier contaminación pero el resto de la ciudad, incluyendo sectores del norte, sur, Center City y el noreste, serán afectados.
Mike Carroll, subdirector del municipio, dijo que las entradas en la planta de tratamiento Baxter abrieron a las 12:15 a.m. en gran medida al río Delaware tras cerrar nuevamente a las 5 a.m.
“No se han encontrado contaminantes en nuestro sistema en estos momentos,” sostuvo Carroll, pero que los oficiales “siguen monitoreando la situación y realizando examenes.”
En un comunicado de prensa inicial, Carroll dijo que, de existir algún riesgo, éste no se presentaría hasta las 2 p.m. del domingo 26 de marzo. Más tarde en el día, la ciudad informó de que su agua del grifo sería segura para beber hasta la noche del lunes, 27 de marzo. En una rueda de prensa del alcalde celebrada el lunes 27 de marzo, los funcionarios actualizaron los plazos y comunicaron a los residentes que el agua del grifo de la ciudad sería potable hasta las 15.30 horas del martes 28 de marzo.
“Ya que no podemos estar 100 por ciento seguros de que no habrá huellas de estos químicos en el agua del grifo durante la tarde, queremos que el público esté consciente para que las personas puedan considerar el cambio a agua embotellada para minimizar cualquier riesgo.”
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Asimismo, reiteró que los riesgos de salud son mínimos al involucrar grados escazos de químicos.
“No hay efectos agudos asociados con el nivel de exposición. Nuestra mejor información es que las personas que han ingerido agua no sufrirán síntomas a corto plazo ni condiciones médicas,” dijo Carroll. “No hay razón provista para buscar atenciòn médica relacionada a este evento.”
Carroll dijo que “no hay preocupaciones” de exposición a la piel, peligros de incendio o de inhalación de vapor.
“Nuevamente, este aviso está siendo emitido por una sobreabundancia de precaución para prevenir cualquier impacto a largo plazo, teóricamente, de salud pública,” dijo.
Aquellos restaurantes y comercios en áreas potencialmente afectadas podrán continuar operaciones hasta las 2 p.m.
La guardia costera estadounidense estuvo en la escena del derrame poco después que ocurriera el viernes, en la noche, y continúa su investigación hacia el impacto y ruta de las vías fluviales.
La Agencia de Protección Ambiental, el Centro Nacional de Huracanes y la Comisión de Pez y Bote también están involucrados en la investigación.
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