El 13% de los cánceres de mama se pueden prevenir con ejercicio
Llevar una vida sedentaria eleva el riesgo de sufrir esta enfermedad
Según un estudio desarrollado por el Grupo Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de mama, el 13,8 por ciento de los casos de cáncer de mama podría evitarse si las mujeres se iniciaran en la actividad física.
No es el único estudio que advierte que llevar una vida sedentaria eleva el riesgo de sufrir un cáncer de mama. Los expertos coinciden en que la práctica de ejercicio disminuye los niveles de estrógenos, los cuales están relacionados con algunos tipos de cáncer de mama. En este mes dedicado a la investigación y la lucha contra este tipo de cáncer, recordamos qué actividades físicas son recomendables.
Combinación de ejercicios
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La American Cancer Society recomienda un ejercicio que todo el mundo puede practicar. Moverse. La asociación aboga por incrementar la actividad física de cualquier manera. Andar, pasear, subir escaleras o bailar son actividades que nos alejan del sedentarismo. Cualquier paso ayudará a incrementar la actividad diaria. Sin embargo, también existen ejercicios concretos que te ayudarán en la prevención y lucha contra el cáncer.
El ejercicio cardiovascular como el baile, la natación o la bicicleta ayudan a mejorar la capacidad del corazón. Además este tipo de ejercicio quema grasas, evitando la aparición de la obesidad, una enfermedad que está asociada a diferentes tipos de cáncer.
Flexiones, planchas, pesas… todos los ejercicios de fuerza están recomendados para tonificar los músculos y dotar a nuestro cuerpo de una mayor resistencia. Recuerda que si estás diagnosticada de cáncer de mama, deberás consultar con tu médico antes de realizar cualquiera de estas prácticas.
En la actualidad están muy de moda la práctica de ejercicios de flexibilidad, tales como el yoga, el taichi o el pilates. Estos ejercicios ayudan a rebajar los niveles de estrés y ansiedad, que también se encuentran asociados a diferentes tipos de cáncer. Se trata de deportes cuya práctica también resulta útil después de haber sido sometido a una cirugía en la mama, ya que ayudan a mejorar la flexibilidad de la zona afectada por la intervención.
Por último, los ejercicios aeróbicos como la natación ayudan a tonificar los músculos a la vez que aumentan el ritmo cardiaco. Lo mejor, según los expertos, es combinar diferentes tipos de ejercicios pero siempre pensando en que lo más importante es mantenerse activo. En el caso de haber sido sometido a un tratamiento de cáncer, se recomienda consultar con un médico qué deportes son los más adecuados en este caso.
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