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El Parkinson podría tener su origen en el intestino. Foto: Getty
El Parkinson podría tener su origen en el intestino. Foto: Getty

Novedades sobre el Parkinson 

Científicos demuestran que esta enfermedad podría iniciarse en el tracto gastrointestinal.

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El Parkinson es una enfermedad crónica y degenerativa del sistema nervioso cuyos síntomas más visibles son la falta de coordinación, la rigidez en los músculos y la aparición de temblores. Cada año, 60.000 personas en Estados Unidos reciben la confirmación del diagnóstico de esta enfermedad sobre la que todavía quedan muchas incógnitas por resolver. En este sentido, investigadores de todo el mundo siguen trabajando de forma continuada para intentar desarrollar tratamientos efectivos que faciliten su curación. 

Las últimas noticias sobre el avance en la investigación tienen que ver con el origen de esta enfermedad. Y es que, según investigadores de Estados Unidos, el Parkinson podría iniciarse en el tracto gastrointestinal, extendiéndose después hasta el cerebro a través del nervio vago. Son los resultados publicados este jueves en la revista Neuron. 

 

Relación con el estreñimiento

Los investigadores de la Johns Hopkins Medicine, estudiaron la relación del estreñimiento con esta enfermedad, ya que se conoce como uno de los primeros síntomas de este problema. Para ello realizaron un estudio con ratones con el fin de probar tratamientos para prevenir la aparición de la enfermedad. 

 

Según los profesionales, esta enfermedad es el resultado de la acumulación en el cerebro de una proteína llamada alfa-sinucleína. Esta acumulación tiene como resultado la muerte de algunos tejidos nerviosos que son los que acaban afectando a las capacidades de las personas, creando problemas de movilidad y afectando al cerebro. Como los investigadores sabían que uno de los síntomas que más se repiten entre los enfermos es el estreñimiento, comenzaron a analizar la relación entre ambos males, pensando que el intestino y el cerebro podían tener algún punto de conexión.

 

Tras más de 10 meses de investigaciones, se descubrió evidencia de que la proteína alfa-sinucleína aparecía inicialmente en el intestino conectándose con el cerebro a través del nervio vago. Otra de los experimientos realizados con ratones consistió en cortar quirúrgicamente el nervio vago inyectando en los intestinos la conocida proteína causante de la enfermedad. Tras siete meses, los ratones a los que se les realizó esta operación no presentaban los problemas habituales que genera el Parkinson, siendo por tanto evidente el trabajo del nervio vago como comunicador de la enfermedad. Este estudio supone un avance más en el camino del conocimiento sobre una de las enfermedades más desconocidas del mundo actual.