Supe de esta historia porque la decana Antonia Villarruel, la acreditada líder al mando de la Escuela de Enfermería número uno de EE. UU, ubicada aquí, en Filadelfia, en el campus de la Universidad de Pensilvania, me lo contó hace años en una mesa redonda en las oficinas de AL DÍA en Market Street, no muy lejos del campus de la Ivy League de Penn.

Ella compartió conmigo que el hombre que escribió “Hojas de hierba”, el libro de poesía escrito en Norteamérica para todo el mundo — y que varias generaciones han leído durante los últimos 140 años en todos los idiomas de este rico y hermoso universo— fue también un humilde enfermero, que atendió a heridos y moribundos y conoció de cerca el sufrimiento durante el conflicto armado más devastador que ha vivido este gran país nuestro.

Su compasión lo llevó a encontrarse con miles de soldados enfermos o heridos —del Norte, y también del Sur— en una guerra civil que dejó a casi 100.000 seres humanos mutilados en la carnicería de una batalla de infantería que vio aquí, en la cercana Gettysburg, la más sangrienta de todas ellas:

Más de 53,000 personas muertas en solo 3 días en la batalla más sangrienta, hombres enfrentados cara a cara, combate cuerpo a cuerpo, bayoneta a cuestas, que dejaron más cadáveres en un milímetro cuadrado que el número de muertos en los diez años que duró la guerra de Vietnam, en los 60.

Por ese motivo el famoso discurso de Gettysburg del presidente Abraham Lincoln, que elevó el enfrentamiento humano a la eterna batalla épica por la libertad, donde el gobierno del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo “no perezca de la faz de la Tierra”.

Esta semana celebramos # ALDÍATopNurses, un evento anual que empezó hace tres años, con el fin de llevar a nuestros héroes, y más frecuentemente heroínas, de la profesión de enfermería: la profesión de Whitman, ciudadano de Camden que también fue periodista, ensayista y poeta. 

Los honramos, enfermeros y enfermeras, y nos quitamos el sombrero en su honor. ¡Sigan con el buen trabajo!