Aunque la tormenta invernal de Texas ha terminado, la pesadilla que es su secuela no va a ir a ninguna parte pronto.

Más de 4,5 millones de clientes de Texas se quedaron sin electricidad en el momento álgido de la tormenta, y al menos 40 vidas se perdieron por hipotermia, intoxicación por monóxido de carbono y carreteras heladas que provocaron accidentes de tráfico mortales.

Ahora, tres semanas después de la tormenta, los habitantes de la zona siguen pensando cuándo podrán volver a trabajar y mantener a sus familias.

Al igual que durante la tormenta, parte de la ayuda viene de fuera de Texas.

En Filadelfia, una organización local sin ánimo de lucro, Everybody Eats Philly, dirigida por la chef Stephanie Willis, está aprovechando la oportunidad para ayudar a la comunidad de San Antonio, aunque tarde días en llegar.

El sábado 6 de marzo, Willis y su equipo de experimentados chefs viajarán a la ciudad y proporcionarán comidas a quienes aún se encuentran en apuros.

La artista culinaria de 19 años habló con Eater Philly sobre lo que provocó que ella y su organización sin ánimo de lucro viajaran miles de kilómetros hasta Texas.

"Empezamos Everybody Eats porque no hay mucha gente que se parezca a nosotros que ayude a gente como nosotros", dijo Willis.

Las comunidades negra e hispana de Texas han sido las más perjudicadas tras la enorme tormenta invernal, junto con los efectos ya presentes de la pandemia de COVID-19.

El plan de Willis es distribuir alimentos y suministros de cocina a la Iglesia Cristiana Agape de San Antonio, para que los cocineros puedan preparar comidas a partir de las 2 de la tarde del 6 de marzo. 

Tiene previsto ofrecer sabores impecables de Filadelfia que darán a los tejanos locales una muestra de la Ciudad del Amor Fraternal.

En la parte superior del menú, su equipo de experimentados chefs de Filadelfia va a ofrecer la comida por excelencia por la que es conocida Filadelfia: los cheesesteaks.

"Queríamos dar un sabor a Filadelfia", dijo Willis.

Además de repartir alimentos apetitosos a los habitantes de la zona, Everybody Eats también repartirá paquetes de agua y otros suministros para las personas que los necesiten.

Esta tragedia afecta a Willis, que tiene familia en San Antonio y se ha visto afectada negativamente por la catástrofe natural que ha roto innumerables comunidades.

"Todavía hay problemas para conseguir agua", dijo.

A fin de cuentas, Willis y su equipo quieren que los tejanos sepan que están ahí para ellos, y que los residentes no deben sentirse avergonzados de venir y coger algo de comida.

"No sólo vienen a por una caja de comida. Nos parecemos a ti, hablamos como tú. No es caridad", dijo Willis.