La dermatóloga latina que ofrece una atención completa a pacientes diversos
La Dra. Renata Ruiz se unió recientemente a la oficina de Lexington Park de Dermatology Partners para proporcionar cuidado de la piel a los diversos pacientes.
La oficina de Lexington Park de Dermatology Partner atiende a una comunidad diversa de personas. En la primera semana de agosto, se les unió la Dra. Renata Ruiz, una dermatóloga que trata de conectar con sus pacientes hablando su lengua materna.
Nacida en Brasil, aprendió portugués durante su infancia, aprendió inglés para tomar clases en los Estados Unidos y ahora está aprendiendo español para hablar con sus pacientes en su propio idioma.
La Dra. Ruiz se graduó en la Universidad de Boston, completó su licenciatura en medicina en la Universidad de Massachusetts, y continuó para completar su internado de medicina interna y formación en dermatología en la Universidad de Brown.
Ha viajado mucho, yendo al extranjero a 20 países diferentes antes de elegir venir a Lexington Park, buscando ofrecer tratamiento a sus comunidades hispanas de habla portuguesa y española.
La Dra. Ruiz habló con AL DÍA sobre sus experiencias y cómo se convirtió en la dermatóloga que es hoy.
Primeros encuentros con la desinformación
De niña, la Dra. Ruiz era amiga de otra niña que tenía vitíligo, una enfermedad cutánea autoinmune que provoca una falta de melanina en la piel, creando manchas blancas y pálidas.
La Dra. Ruiz recuerda cómo, a pesar de que el vitíligo no es contagioso, las madres impedían que sus hijos jugaran con ella y la gente la evitaba, mal informada sobre su condición cutánea.
"Quería ser capaz de empoderar a los pacientes, educar a la gente y tratar para que otras personas no sufran lo mismo que vi sufrir a ella", dijo la Dra. Ruiz al recordar las dificultades a las que se enfrentó su amiga.
Dar a los pacientes más control sobre sus tratamientos y sus vidas no siempre es un camino claro; en muchos casos los médicos tienen dificultades para cruzar las barreras que impiden dar el mejor tratamiento posible a los pacientes.
La dermatología, como muchas prácticas médicas, puede tener múltiples barreras para tratar a los pacientes. La Dra. Ruiz habló de cuestiones fiscales como los seguros, pero también de otras menos tangibles como las barreras lingüísticas o las diferencias culturales.
Aunque reconoce el trabajo de los traductores médicos, un intermediario crea la posibilidad de una mala traducción, y hablar a través de un traductor crea una barrera para una relación más directa entre médico y paciente.
Pero uno de los problemas más alarmantes en su campo es que algunos médicos tienen poca o ninguna experiencia o conocimientos para reconocer y tratar las afecciones de la piel en pacientes con tonos de piel más oscuros.
Parte de este problema se deriva del hecho de que las afecciones cutáneas y los síntomas pueden tener un aspecto diferente en las pieles más oscuras o más claras, ya que algunas afecciones son más frecuentes en un tono de piel y no lo son en otro.
El hecho de que los efectos secundarios de los tratamientos se manifiesten de forma diferente según el tono de la piel crea complicaciones adicionales que los médicos deben comprender. Pero, en última instancia, la falta de acercamiento para aprender y comprender a las personas de diferentes orígenes es la razón por la que se ha tardado tanto en resolver este problema.
Mentorización significativa
Para poder reconocer y tratar la multitud de variantes que puede tener una población diversa, la Dra. Ruiz ha estudiado ampliamente para poder proporcionar una atención dermatológica completa, así como dermatología médica, quirúrgica y cosmética.
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Mientras que el campo de la dermatología puede carecer de tratamiento de una amplia gama de tonos de piel, la Dra. Ruiz ve el campo en el camino de proporcionar un espectro completo de la atención, citando sus propias experiencias de aprendizaje.
Durante su residencia y su estancia en la facultad de medicina, tuvo varios mentores que estaban bien versados en el tratamiento de pacientes con diferentes tonos de piel. Una mentora en particular, la Dra. Helena Kuhn, de la Universidad de Brown, le llamó la atención.
La Dra. Kuhn dirigía una clínica dedicada exclusivamente a tratar a pacientes de color, y llevó a la Dra. Ruiz y a otros estudiantes a comprender cómo atender a una población diversa. La Dra. Ruiz atribuye a las enseñanzas de la Dra. Kuhn y de sus otros mentores su enorme impacto en su aprendizaje e interés por la dermatología.
Con el objetivo de tener un impacto positivo
Es en Lexington Park donde la Dra. Ruiz cree que puede marcar la diferencia, que al ser una mujer de color en su puesto, puede conectar mejor con los residentes de Lexington Park.
Ya en un solo día puede tratar a una multitud de pacientes de diferentes etnias y orígenes, proporcionándoles tratamientos precisos y cerrando las brechas culturales para ellos.
Como hispana ella misma, la Dra. Ruiz siente que es capaz de encajar con la comunidad hispana.
"Siento que ayuda a los pacientes a relacionarse tanto culturalmente en términos de tratamiento, y también siendo el hecho de que estoy interesada en... tratar la piel étnica, creo que es algo que ayuda a conectar con una población de pacientes diversa", dijo.
La Dra. Ruiz ha visto a algunos pacientes que se desplazan desde una hora hasta casi dos horas para llegar a su clínica, dándole preferencia sobre otros dermatólogos a los que podrían estar más cerca. Tanto para ellos como para la Dra. Ruiz, la conexión entre un médico y un paciente que puede entender el origen del otro puede ser lo más importante cuando la gente busca tratamiento.
"Esta zona no sólo es diversa, sino que tiene muchos hispanos y resiliencia", dijo el Dr. Ruiz. "Todo ello me pareció un lugar perfecto para tratar a pacientes de mi origen".
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