Carmen Ortiz: Una pionera en el mundo del Derecho para mujeres e hispanas
En 2009, Carmen Ortiz fue nombrada U.S. Attorney para Massachusetts, convirtiéndose en la primera mujer y la primera latina en ocupar el puesto.
El duro trabajo y la responsabilidad siempre han sido dos de los principales componentes en la vida de Carmen Ortiz, quien, como la mayor de cinco hijos, jugó un papel clave a la hora de ayudar a sus padres a criar a sus hermanos menores.
Durante su infancia en lo que se convirtió en el Spanish Harlem –sus padres se mudaron de Puerto Rico a Estados Unidos aproximadamente un año antes de su nacimiento– Ortiz pudo comprobar de primera mano algunas de las muchas dificultades por las que pasaron sus padres, quienes mantenían a su familia gracias a varios trabajos. Además, y puesto que no contaban con un título de secundaria y no dominaban mucho el inglés, Ortiz tuvo que esforzarse todavía más en la escuela.
"No podía apoyarme en ellos cuando buscaba orientación en temas relacionados con la escuela“, dijo Ortiz durante una entrevista con AL DÍA, en referencia a sus padres. "Pero me inculcaron ciertos valores, como el trabajar duro y el aprovechar todo lo que la educación podría ofrecerme".
Fueron estas lecciones impartidas por sus padres las que le ayudaron a continuar su educación más alta y su carrera, desarrollando sus habilidades para alcanzar el éxito y ganarse el respeto en su profesión.
Cuando Ortiz tenía 16 años, las condiciones comenzaron a mejorar para su padre y la familia se mudó a Long Island. Ortiz decidió continuar su educación en el área de la ciudad de Nueva York, donde residió hasta que comenzó sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington (en Washington D.C.). Más tarde, se estableció en Massachusetts, donde trabajó varios años como fiscal, sirvió dos temporadas como Assistant District Attorney del condado de Middlesex y en 1997 se convirtió en Assistant U.S. Attorney.
Tras abrirse camino dentro del campo legal, Ortiz hizo historia cuando, en 2009, se convirtió en la primera mujer y la primera latina en ser nombrada U.S. Attorney para Massachusetts. Durante su tiempo en el puesto, se hizo cargo de casos de alto perfil, entre ellos el del ya fallecido ex jefe de la mafia James ‘Whitey’ Bulger, el del farmacéutico Tarek Mehanna y el del autor material de los atentados de la Maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev. Llevar a tanta gente ante la justicia es algo que le ha hecho sentirse especialmente realizada profesionalmente.
"Ser U.S. Attorney es el mejor trabajo que jamás tendré", dijo Ortiz. "Fue la mejor oportunidad para servir a este país, y en particular, con el presidente Barack Obama y el secretario de Justicia [Eric] Holder, y luego con Loretta Lynch”, aseguró Ortiz.
“Estoy muy agradecida de haber estado en la posición de contribuir realmente en algo... y ayudar a facilitar el proceso para esas víctimas y esos testigos", agregó.
Tras dejar su puesto en enero de 2017, Ortiz fue nombrada Rappaport Visiting Professor por el Boston College Law School para el primer semestre de 2017. Ahora trabaja en el bufete de abogados de Boston Anderson & Kreiger, donde está centrada en investigaciones internas y delitos económicos.
Su decisión de estudiar Derecho
A Ortiz le encantaba ir a la escuela y aprender. Es más, la mayor parte de su tiempo durante sus primeros años se dividió entre la escuela y su hogar.
De niña, Ortiz pasaba su tiempo libre viendo la televisión; fueron precisamente las reposiciones de la serie de finales de los 50 y los 60 ‘Perry Mason’ las que le ayudaron a despertar su interés por la abogacía. En ella, el protagonista interpretaba a un abogado de defensa criminal; Ortiz aún recuerda las muchas escenas dramáticas que tuvieron lugar en la corte.
“Siempre pensé que era algo realmente emocionante", dijo Ortiz. "Realmente fue tras ver Perry Mason y todo el proceso legal cuando empecé a considerar que ser abogado podría sería interesante y emocionante".
Sin embargo, fue durante la escuela secundaria cuando la idea de convertirse en abogado realmente comenzó a tomar forma.
"En cierto modo, aprendí que ejercer de abogada no sería tan divertido, tan emocionante y tan dramático (como en las series de televisión. Pero me ofrecería la oportunidad de ayudar a las personas a resolver sus problemas y sería una profesión que me brindaría muchos desafíos".
Un pensamiento que, lejos de esfumarse, la acompañó durante toda su educación superior. La decisión de orientar su carrera hacia la fiscalía llegó un poco después, tras asistir a un curso durante su etapa en GW Law.
"Sentí que como fiscal tendría la oportunidad de trabajar realmente con las víctimas, abogar por ellas y ayudarles a navegar por un sistema de justicia penal que puede ser muy aterrador", dijo Ortiz. “La oportunidad de defender a las víctimas y, con suerte, conseguir que se haga justicia fue muy muy satisfactorio”.
Después de graduarse en la facultad de Derecho, Ortiz realizó una pasantía y trabajó para el Departamento de Justicia, donde conoció al exfiscal del Watergate, al fiscal general adjunto, y al profesor de derecho de Harvard, Philip Heymann, que acababa de recibir una subvención para realizar un proyecto de justicia penal en Guatemala.
En ese momento, Guatemala tenía un sistema judicial donde las decisiones de culpabilidad o inocencia se determinaban simplemente leyendo un archivo. Los abogados no tenían la oportunidad de presentar su caso, los testigos no podían declarar y los acusados no podían presentar su defensa ante el juez. Ortiz y Heymann intervinieron y colaboraron para trabajar en la realización de reformas para mejorar el sistema legal de la nación.
"Trabajamos con jueces, con fiscales, con abogados defensores y con agentes de la ley en Guatemala", explicó Ortiz sobre el Proyecto de Justicia Criminal Harvard/Guatemala. “Impartimos seminarios de capacitación sobre cómo llevar a cabo investigaciones, cómo interrogar a testigos, cómo interrogar a sospechosos y asegurarnos de que se respetasen sus derechos, también sobre cómo eliminar informes y presentar argumentos orales".
El objetivo era crear una reforma que ofreciera a abogados, fiscales, testigos y acusados la oportunidad de hacer sus declaraciones y argumentar sus respectivas posiciones antes de que el juez emitiera una decisión.
Después de tres años, la beca llegó a su fin. Y aunque todo lo que esperaban lograr no se consiguió de inmediato, sí se llevaron a cabo algunos avances. Ortiz guarda un excepcional recuerdo de su tiempo en Guatemala.
"Me gustó aprender sobre un país centroamericano en el que pudimos ayudar a hacer cambios en aquel momento", confesó. "Fue desafortunado que no pudiéramos conseguir más de lo que logramos, pero creo que fue una buena experiencia. Aprendí un montón”.
El sistema judicial guatemalteco ha evolucionado mucho desde principios de la década de los 90, y gran parte de esta evolución fue gracias al trabajo de Ortiz y Heymann.
En mayo de 2009, mientras trabajaba como Assistant U.S. Attorney, Ortiz recibió una llamada telefónica "muy poderosa” del entonces senador de Massachusetts Ted Kennedy.
"Si todavía está interesada, al senador [John] Kerry y a mí nos gustaría proponerle su nombre al presidente Obama para el puesto de U.S. Attorney en Massachusetts”. Ortiz, una de los tres finalistas para este puesto, aún recuerda la conversación telefónica que mantuvo con el fallecido senador.
Todavía se le pone la piel de gallina cuando piensa en aquella llamada, la cual recuerda como si fuera ayer. Tampoco olvida su inconfundible voz: “Fue como verlo en persona".
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"Si soy nombrada U.S. Attorney, le prometo que haré todos los esfuerzos para hacerle sentirse orgulloso”, fue la respuesta de Ortiz al fallecido senador.
"Bueno, no espero nada menos", respondió él.
La nominación oficial, sin embargo, tardó varios meses en llegar. No fue hasta septiembre de 2009, tras un largo proceso con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el Consejo de la Casa Blanca, cuando el entonces presidente Barack Obama procedió a realizar su nominación formal. Aproximadamente seis semanas después, el Comité Judicial del Senado votó unánimemente y confirmó la nominación, y Ortiz se convirtió en la primera mujer y la primera hispana en ser nombrada U.S. Attorney para Massachusetts.
Durante su tiempo en el cargo, Ortiz se encargó y dirigió varios casos, donde, aunque la búsqueda y la obtención de justicia eran sus prioridades, también sintió que tenía la obligación de facilitar un acercamiento a la comunidad.
"Sí, obviamente, nuestros trabajos son investigar y procesar, y aplicar la ley, pero creo que también es hacer nuestro mejor esfuerzo para trabajar con las comunidades y aplicar la ley para prevenir el crimen, intervenir y tratar de mitigar los malos actos", reconoció.
En su caso, este trabajo dio como resultado la creación de un programa de prevención de la violencia juvenil, el compromiso con numerosas comunidades minoritarias y la creación de la primera Unidad de Derechos Civiles en Massachusetts.
"Teniendo esas oportunidades, pensé que era muy, muy afortunada y me sentía muy honrada de haber podido cumplir ese servicio".
Rompiendo barreras y dejando un legado
La distinción de ser la primera mujer y la primera latina nombrada U.S. Attorney para Massachusetts es un logro del que Ortiz se siente muy orgullosa.
“Cuando eres mujer y eres hispana muchas veces se te dice que hay ciertos trabajos no son para ti, o que va a ser muy difícil si no conoces a la gente adecuada, o que no estás cualificada, y así sucesivamente ", dijo Ortiz. "Yo sabía que estaba cualificada por mis experiencias profesionales".
"Pero siendo la primera mujer y la primera latina, sentí, no solo un gran orgullo, sino también que podía proporcionar un sentido de la esperanza y ser un gran modelo para otras personas que estaban en mi lugar”, aseguró.
Ortiz nunca permitió que la frecuente discriminación y desigualdad que las mujeres a menudo enfrentan en muchos campos, especialmente en el legal, la frenase; por ello, espera que su historia inspire a más mujeres, latinas y pertenecientes a otros grupos lo insuficientemente representados, para a mantenerse positivos, confiados y que crean en sus habilidades.
Habrá obstáculos en el camino: Ortiz también tuvo que enfrentarse a los suyos, entre ellos la pérdida de su esposo en el año 2000, tras una larga batalla contra el cáncer –tuvo que criar a dos hijas pequeñas sola–. Sin embargo, Ortiz no olvida el apoyo de sus amigos y familiares, así como su ética de trabajo y su carácter, por ayudarla a perseverar, negarse a rendirse y seguir teniendo éxito. Trabajar duro y tener una buena actitud son dos cosas que ella cree que también pueden ayudar a otros.
"Si realmente tienes un objetivo que te apasione, entonces llegar al mismo debería hacer que el proceso de trabajar duro no sea tan difícil, porque sabes que estás trabajando en algo", dijo Ortiz sobre el enfoque que ha adoptado en todo el proceso su vida y su carrera.
"Cada éxito en el camino te da la fuerza para lograr lo siguiente".
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