Gladys West, la matemática negra cuyos conocimientos permitieron el desarrollo del GPS
Sus contribuciones fueron fundamentales para la invención del sistema GPS que la mayoría de nosotros utilizamos habitualmente.
Casi todos hemos utilizado un sistema de posicionamiento global (GPS) o lo utilizamos de forma habitual.
Ya sea para ir de un lugar a otro, para determinar la posición geográfica, para crear un mapa o para una variedad de otros usos, el GPS ha desempeñado un papel en nuestras vidas de una manera u otra.
Sin embargo, lo que muchos de nosotros quizá no conozcamos son las personas que están detrás de este valioso invento.
Fue un esfuerzo de equipo a lo largo de los años, pero una mujer en particular fue fundamental para el invento tal y como lo conocemos hoy: Gladys West.
Fueron sus modelos y cálculos matemáticos los que finalmente llevaron a la implementación del GPS en nuestra vida cotidiana.
¿Quién es Gladys West?
West nació como Gladys Mae Brown en 1930 en Sutherland, Virginia.
Creció en el sur rural, en el seno de una familia de agricultores en una comunidad de aparceros. Después de pasar gran parte de su infancia trabajando en la granja de su familia, se dio cuenta de que no quería trabajar en los campos o en las fábricas toda su vida, como la mayoría de sus parientes.
Decidió que la educación sería su salida, pero se enfrentó a un reto financiero. Comprendiendo los limitados medios que suponía el salario de un aparcero, West empezó a aceptar trabajos de niñera para poder ganar y ahorrar algo de dinero adicional.
Sin embargo, sus logros académicos resultaron fundamentales, ya que se graduó como la mejor de su clase en el instituto. Como resultado, obtuvo una beca completa para una universidad de la alta sociedad, el Virginia State College (ahora Universidad).
Cuando se matriculó en la VSU, decidió especializarse en matemáticas, una carrera predominantemente masculina.
Sabía en el fondo de mi corazón que nada se interponía en mi camino", dijo West durante una entrevista con The Guardian en 2020.
Se licenció en 1952. Después, se convirtió en profesora para ahorrar dinero para sus estudios de posgrado. Dos años después, volvió a la VSU y completó un máster en matemáticas.
Navegando por una nueva carrera
Tras obtener sus títulos, en 1956 West se convirtió en la segunda mujer negra contratada en el entonces Campo de Pruebas Navales (ahora llamado Centro Naval de Guerra de Superficie), donde trabajó como matemática.
West fue programadora en la División Dahlgren del Centro de Guerra de Superficie Naval para ordenadores a gran escala y directora de proyectos para sistemas de procesamiento de datos utilizados en el análisis de datos por satélite.
A menudo luchaba con el hecho de ser una mujer negra en este campo, pero lo utilizaba como combustible e impulso para triunfar.
"Empecé a pensar que sería un modelo a seguir como la negra que soy... para ser lo mejor posible, haciendo mi trabajo y obteniendo reconocimiento por mi trabajo", señaló.
A medida que se familiarizaba con su trabajo, West empezó a analizar los datos de los satélites y a elaborar modelos aritmétricos de la forma de la Tierra. Mas tarde se convirtió en directora del proyecto Seasat, el primer satélite que podía detectar los océanos a distancia con datos oceanográficos.
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Una pionera en ciernes
Como continuación de su trabajo anterior, West ayudó a crear GEOSAT, un satélite programado para crear modelos informáticos de la superficie de la Tierra.
El programa era capaz de calcular las órbitas de los satélites, lo que permitía determinar un modelo de la forma exacta de la Tierra.
Gracias a su experiencia y conocimientos matemáticos, West utilizó complejos algoritmos para tener en cuenta las fuerzas que distorsionan la Tierra.
Este modelo, y sus futuras actualizaciones, es lo que finalmente condujo a la invención del GPS, ahora uno de los inventos más utilizados en la sociedad actual.
"Siento que he contribuido mucho a la precisión del Sistema de Posicionamiento Global", dijo durante una entrevista en 2011.
Durante su carrera en la base naval, West obtuvo otro máster, en administración pública por la Universidad de Oklahoma.
West se jubiló en 1998 después de 42 años.
Un orgulloso legado
Incluso después de la jubilación, West siguió empeñada en seguir formándose.
A pesar de sufrir un derrame cerebral que le impidió oír, ver y utilizar su lado derecho, West consiguió obtener un doctorado en administración pública a los 70 años.
En 2018, fue incluida en el Salón de la Fama del Espacio y los Misiles de la Fuerza Aérea, uno de los más altos honores otorgados por el Comando Espacial de la Fuerza Aérea.
Con 91 años, West vive actualmente en el condado de King George, Virginia, con su marido Ira West, de 65 años.
La próxima vez que usemos el GPS, recordemos a la mujer que fue el cerebro del invento: Gladys West, una verdadera figura oculta de la historia de Estados Unidos.
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