La sonda Cassini se despide, después de 20 años de servicio
La exitosa misión de la NASA ha finalizado este viernes con la desintegración de la sonda Cassini en la atmósfera de Saturno.
Con un final digno de película, la sonda Cassini se despidió de su labor transformándose en un fulgurante meteorito al entrar en la atmósfera de Saturno, después de agotar la totalidad de su combustible.
Este evento marca el fin de la Misión Cassini-Huygens, lanzada el 15 de septiembre de 1997, con la intención de recopilar información de la atmósfera, anillos y magnetosfera de Saturno, y el estudio de la superficie de una de sus lunas más importantes, Titán, según reportó la agencia EFE.
Según la NASA, “la misión Cassini-Huygens no sólo alcanzó todos sus objetivos principales, sino que sobrepasó cada uno de ellos”. Así lo declaró el ingeniero de sistemas de operaciones de la misión, Luis Morales.
“Descubrió que Titán es un ‘mundo’ muy parecido a nuestro planeta, con mares, lagos, ríos secos, montañas, dunas y nubes; y que la luna Encélado tiene un océano global interno, que presenta las condiciones básicas para poder albergar vida microbiótica”, agregó.
Precisamente, estos hallazgos sobre ambos satélites serían los que acabarían sellando su destino.
Ante el inevitable consumo del combustible de la nave, los directores del proyecto valoraron las distintas opciones con las que poner fin a la misión: dejar a la sonda orbitando alrededor de Saturno o buscar la manera de destruirla.
Finalmente, se optó por esta segunda posibilidad por dos motivos: por un lado, para evitar que una posible colisión de la sonda con una de las lunas pudiera contaminar futuras investigaciones y, por el otro, permitir que la Cassini realizará un último servicio a la investigación espacial.
Así, el pasado mes de abril comenzó una nueva fase que la NASA bautizó con el evocador nombre de 'Grand Finale', consistente en que tras cinco meses más orbitando alrededor de Saturno la nave acabase dejándose caer en dirección a su atmósfera, donde podría obtener una serie de datos que sería imposible recolectar de otra manera.
"Los últimos segundos de la misión Cassini fueron una primera degustación de la atmósfera de Saturno y se convertirán en una leyenda", predijo este viernes un emocionado Watkins.
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Durante estos últimos cinco meses, la Cassini ha enviado semanalmente nuevos datos sobre un planeta que se encontraba cada día un poco más cerca, sin embargo, son los datos obtenidos este viernes los que más expectación generan entre la comunidad científica.
"La exploración de las entrañas de Saturno podría resultar en medidas más exactas sobre su campo de gravedad, lo que serviría para calcular el tamaño de su centro rocoso", consideró Morales, quien lleva vinculado al proyecto desde 1991, cuando éste aún se encontraba en su fase de gestación.
Además, los últimos datos recopilados por la nave antes de su desintegración podrían servir para analizar la intensidad de los vientos de Saturno y la vibración producida por el campo magnético del planeta, lo que podría arrojar luz sobre su índice de rotación interna.
Eso por no hablar de las imágenes únicas y, posiblemente, irrepetibles obtenidas por la nave en su épico descenso a los infiernos.
Una ingente cantidad de datos que viene a sumarse a toda la información recopilada por la sonda a lo largo de las dos últimas décadas y que demorará años en ser analizada en su totalidad.
"Los conocimientos científicos que se generen como resultado de las últimas órbitas de la Cassini serán únicos. Y el análisis completo de esos datos se volverá la tarea de científicos de todo el mundo", explicó Morales.
En definitiva, una aportación incalculable al conocimiento del ser humano obtenido gracias al increíble viaje de una sonda, que concluyó este viernes a las 7.57 a.m. (ET), cuando la Cassini envió su última trasmisión a la Tierra mientras se adentraba en la atmósfera de Saturno convertida en una ardiente bola de fuego.
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