Existe un Festival Mundial de la Felicidad y el próximo se va a celebrar en San Miguel de Allende, en Guanajuato, México, del 15 al 17 de marzo de 2019, en sintonía con el Día Mundial de la Felicidad declarado por la Organización para las Naciones Unidas para ese mismo mes.

El festival lo promueve Luis Gallardo, creador del festival y de la organización Be. Un hombre que hace veinte años dejó su trabajo en una corporación y se dedicó a esto de la felicidad. Esto de la felicidad, ¿qué es? ¿Cómo se junta y se celebra en un festival algo tan abstracto y tan íntimo?

En la página web del festival, de entrada, también de forma abstracta, dicen algo: "Cuando utilizamos la felicidad como objetivo último para medir el progreso humano, de forma mágica, lo que hacemos en la vida comienza a tener sentido. Nuestro objetivo es el de conseguir un mundo con más felicidad, porque cuando somos felices es posible conseguir la paz, el desarrollo sostenible, que los seres humanos seamos lo mejor que podemos ser".

Más abajo hay pistas de lo que podría ser este encuentro, que es un festival de dos días con un retiro de la prosperidad también incluido: "Psicología y educación positiva. El futuro de la enseñanza ya está aquí"; "Mindfulness. Las claves para gestionar el pensamiento"; "Nutrición y felicidad. Los ingredientes de la evolución".

En Ciudad de México, Gallardo dijo cosas más concretas que EFE reseñó ayer. Dijo que el objetivo es alcanzar a "comunidades estratégicas que ya están conscientes del hecho de que el capitalismo necesita un alma". Hizo esta declaración durante la presentación de las Ágoras Virtuales, que, según la nota, es una serie de talleres y conferencias itinerantes, con el fin de encontrar esa alma. 

"Hay más de dos millones de organizaciones en todo el mundo haciendo todo tipo de trabajo social: asistencia a refugiados, desarrollo sustentable, trabajo social y psicológico. Debemos crear un movimiento unificado para cambiar el status quo", dijo Gallardo, según EFE.

 Un Ágora Virtual mundial, la primera, comenzará al día siguiente del Festival de la Felicidad del año que viene, el 18 de marzo, y durará cuatro días. Contará con "expertos en el bienestar, líderes del pensamiento, activistas, formadores y revolucionarios", según su sitio web. No hay mucho más detalles.

¿Cómo se habla de la felicidad duradera si no es experimentándola? En la foto en la que Gallardo posa para EFE hay quizás una pequeña respuesta. Está sentado en postura de meditación, haciendo mudras con las manos. Meditar no es, claro, la única forma de rozar eso que se llama felicidad. Pero, desde luego, solo es posible que ese estado sea más consistente si nace de una fuente propia.

Pilar Ibáñez, de La República, preguntó a Gallardo por su propio concepto de felicidad, y esto le respondió él: “Para mí, la felicidad es un estado del ser. Es ese punto en el que fluimos porque lo que hacemos se alinea a nuestras fortalezas, a nuestros talentos. Es ese estado en el que las cosas pasan para nosotros, porque vibramos en equilibrio, interna y externamente”.

Quizás lo que dice parezca todavía inasible. La explicación necesita de un aterrizaje: ¿cómo se comparte la felicidad?

"Hemos desarrollado herramientas y técnicas para crear estos ambientes en escuelas, lugares de trabajo y estructuras políticas y que esto nos haga felices. La felicidad y el bienestar afecta a todo el mundo y la diplomacia no va a funcionar sin un cambio de paradigma", dice con más detalles a EFE.

Después de marzo de 2019 quizás sabremos de algunos resultados.