Afrontar el cambio climático con gracia
El 6 de febrero se llevará a cabo el desfile “Runway on the Runway” donde una de las pistas de aterrizaje del aeropuerto JFK en NY se convertirá en un…
En la medida en que el cambio climático nos afecta a todos, también se están haciendo esfuerzos para contrarrestarlo desde todos los ángulos imaginables: desde las finanzas a la construcción, los cambios alimenticios individuales y la moda.
Jessica Minh Anh es una súper modelo vietnamita que está innovando el mundo de los desfiles de alta costura: su estrategia consiste en intervenir lugares icónicos y montar en ellos impresionantes pasarelas en las que todos los elementos involucrados estén directamente vinculados con la sostenibilidad. El 6 de febrero se va a tomar una de las pistas de aterrizaje del aeropuerto John F. Kennedy de la ciudad de Nueva York y lo va a hacer exhibiendo piezas de dos diseñadoras latinas: Ani Álvarez Calderón, de Perú, y Cristina Sabatini, de Brasil.
Este desfile monumental será en el marco de la apertura de la semana de la moda en Nueva York, con lo que busca dejar una huella duradera en la industria entera.
Esta pasarela en la pista (Runway on the Runway) es la continuación de diez años de intervenciones hechas por Jessica Minh Anh entorno al tema del cambio climático, “lo que estoy haciendo es tratar de enviar un mensaje sobre la sostenibilidad de una manera más creativa y visualmente atractiva. Por ejemplo, promoví la energía solar y también la hidroeléctrica en diferentes lugares del mundo. […] Hay tantas maneras de enviar un mensaje. La mía es promover la moda y la sostenibilidad de una manera más creativa y bella.”, dice Minh Anh.
Esta forma de experimentación la ha llevado a intervenir las Torres de Londres, la Torre Eiffel, la planta de energía solar más grande del mundo en España y el río Sena, por citar algunos ejemplos.
Sin embargo, Minh Anh no es diseñadora, es modelo y productora de eventos. Ahí entran Ani Álvarez Calderón y Cristina Sabatini.
Ani Álvarez Calderón nació en Lima, Perú, y luego de trabajar con Michael Kors y comercializar sus diseños para algunas clientes particulares, empezó su marca personal en el año 2000. Sus diseños frecuentemente reinterpretan las tradiciones y el paisaje peruano, representados en la paleta de colores que elige, el tipo de tejidos e incluso algunos cortes, con la alta costura. Es frecuente encontrar piezas con complejos y barrocos bordados a mano en tonos dorados, ocres y cobre, como reminiscencias de vegetación, el desierto y la arena.
“Yo considero la alta costura como un arte donde te puedes dar el gusto de soñar y crear piezas que sean atemporales y muy creativas. Que sean hechas a mano y que un buen medio para contar una historia”.
Mientras muchas de sus piezas han estado enfocadas exclusivamente para la pasarela, ahora se está enfocando mucho más en su funcionalidad, según comenta.
La peruana ha colaborado anteriormente con los desfiles sobre moda sustentable de Jessica Ming Anh: en febrero de 2018 su colección “Descendientes del sol” hizo parte de la pasarela oceánica hecha a bordo del crucero de Costa neoRomantica, alto como un rascacielos.
“Creo que tiene una idea muy clara de lo que es un artista porque todas sus piezas siempre han sido muy impresionantes y únicas. Así que cuando miras sus piezas sabes "¡Ah! ¡Ese es un diseño de Ani!", en lugar de ser confundido con otra pieza de otra marca”, dice Minh Anh sobre el estilo del trabajo de la peruana.
“La alta costura es el opuesto al fast fashion, que es lo que más contamina el mundo”, dice Ani Álvarez Calderón, explicando las piezas que preparó para este desfile.
“Para esta colección que voy a presentar en Nueva York decidí reinterpretar y reusar mis piezas iconicas que diseñe en los últimos 15 años y presentarlas de una nueva manera.
Las unimos unas con otras mezclando diferentes años. A algunas les pusimos mangas, retocamos con algún bordado o acortamos una basta. La idea es que los buenos diseños duren por años.
Para este desfile también hemos usado la técnica de Pacho Work para crear diseños de alta costura ya sea usando retazos de telas o reciclando prendas para crear nuevas.
Ahora estoy más consciente de la fuente de mis materiales, de usar lo que tengo e inventar, crear mis propios materiales con tantas telas, avíos y prendas que he acumulado en los últimos 15 años”.
Ella también ve que ha cambiado “en valorar el trabajo hecho a mano y crear piezas que duren en el tiempo, que no se pasen de moda. A mi me encanta el crear piezas artísticas que cuenten una historia y ahora estoy más enfocada en la funcionalidad de cada pieza que hago”.
Cristina Sabatini es brasilera y diseñó parte de las joyas que serán exhibidas en el evento. Ella encuentra que en el caso de la joyería la búsqueda por la sostenibilidad es más compleja, dado que es un sector de la industria con una alta dependencia de las materias primas, aunque se estén haciendo esfuerzos en ese sentido.
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“Veo empresas que empiezan a abastecerse de manera responsable, a utilizar metales y materiales reciclados, y a pensar en cómo la logística impacta en el medio ambiente, y todo ello es inspirador para ver los pasos que damos para salvar nuestro planeta.
Este año los BAFTA (British Academy of Film and Television Arts) animaron a los asistentes a llevar algo que hubieran usado antes. Lo que en sí mismo no es nada nuevo o innovador, pero esa pequeña petición fue un sorprendente paso para normalizar el uso de lo que tenemos”, recuerda Sabatini.
Ella ve que la joyería tiene un mayor potencial para ser sostenible en la intención con que se produce y usa, en ser llevada a diario durante años.
“Parte de la sostenibilidad comienza con nuestro deseo innato por participar en ella, lo que se traduce en un menor consumo y eso es muy difícil en la industria de la moda.
Como diseñadores tenemos que ser inteligentes con lo que creamos y ponemos ahí fuera ya que podemos ser fuertes influencias en cómo se consumen. Espero que los usuarios amen mis joyas lo suficiente como para querer alcanzarlas cada vez, en vez de salir a comprar otro artículo que sólo se puede usar una vez.
La joyería es una compra muy emocional y personal y nuestras apreciadas piezas deben ser cuidadas para ser usadas una y otra vez para conjurar los sentimientos de alegría que sentimos cuando las elegimos originalmente”.
Todo esto será realizado en alianza con DHL, que desde el 2007 ha hecho sostenidos esfuerzos por reducir sus emisiones de dióxido de carbono, en todas las instancias de su cadena de trabajo: cambiar las rutas, usar medios de transporte con bajo impacto en la primera y última milla de la cadena de distribución, financiar proyectos de compensación de dióxido de carbono a lo largo de ancho del orbe.
Dado el impacto que el sector de transporte tiene en la emisión anual de dióxido de carbono, su reducción es indispensable para que logremos tener una economía limpia a futuro.
La alianza con DHL va estar íntimamente relacionada con la forma en que el desfile se va a dar:
“En términos de cómo se va a presentar, vamos a tener cada modelo dentro de un avión boeing, en lugar de estar en un almacén o algo así, y luego todas las modelos se dejarán caer, como cuando se deja caer el equipaje desde el avión, y luego a la pista. Así que caminarán justo delante del avión y luego tendremos el coche eléctrico. Y también haremos un poco con un helicóptero. Con suerte, será una experiencia increíble para todos los que nos vean” explicó Jessica Minh Anh.
Ante la pregunta de qué sigue, Minh Anh respondió que le gusta mantener sus locaciones en secreto, mientras los proyectos se concretan, pero que la idea de hacer un desfile en Sur América le atrae, especialmente en Perú. ¿Tal vez algún día veamos un desfile en homenaje al millón de árboles que Perú va a sembrar para proteger Machupicchu?
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