No existe un mundo poshuracán
El Whitney Museum of American Art alberga una exposición con artistas puertorriqueños en conmemoración del quinto aniversario del huracán María.
Dieciséis horas de furia de la naturaleza, con vientos de hasta 250 kilómetros por hora, bastaron para que Puerto Rico escribiera uno de los capítulos más desoladores y trágicos de su historia el 20 de septiembre del 2017.
Ese día, el huracán María tocó la isla y provocó la muerte de 4.600 personas. Esta cifra, sin embargo, no es reconocida oficialmente por las autoridades de este territorio estadounidense.
A la desolación, el duelo y el desamparo, se sumaron los destrozos en las carreteras, el racionamiento de alimentos y combustible. Y es que la tormenta de categoría cuatro no solo había cambiado radicalmente la vida de los puertorriqueños, sino también develó la precariedad de algunos servicios básicos como la salud.
Y aunque siempre reinó la solidaridad, después de casi seis años, ‘María’ permanece imborrable en la memoria de los locales y especialmente en la de sus artistas, que encontraron en su don una manera de reflexionar sobre las secuelas sociales del huracán: desde las medidas de austeridad implementadas por el ley PROMESA, las protestas del ‘Verano del 2019’ -que llevaron a la destitución del gobernador Ricardo Rosselló-, los terremotos y el COVID-19.
La obra de 15 de esos artistas se reunió en la que ya es la primera exposición académica centrada en el arte puertorriqueño organizada por un gran museo de Estados Unidos en medio siglo. Se llama ‘no existe un mundo poshuracán: Puerto Rican Art in the Wake of Hurricane Maria’ y estará abierta en el Whitney Museum of American Art, destacado por su espectacular colección de arte estadounidense moderno y contemporáneo.
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La muestra, que debe el nombre a un verso del poeta puertorriqueño Raquel Salas Rivera (Mayagüez, 1985), tiene como punto focal al huracán; aunque aspira a ofrecer una mirada hacia las situaciones traumáticas, la condición colonial y la migración.
Así lo cree Edra Soto, una de las artistas participantes, quien presenta su pieza Graft. “El significado literal es transferencia de piel. Graft es una manera de representar la migración. Como persona que continua en un vaivén físico, mi perspectiva del lugar donde crecí continuó transformándose durante años. Graft es una representación de arquitectura vernacular de Puerto Rico. Este tema no es abordado en las escuelas y no es parte del conocimiento del pueblo. Pensé que mi trabajo podría ser una contribución educativa”, dijo a AL DÍA.
Rogelio Báez, por su parte, coincide con Edra y asegura que el arte “permite ver más allá de los sentidos y notar la ausencia de muchas cosas por sobre todo de un proyecto social”. Él presenta tres pinturas y una de ellas es Paradox of the New Landscape IV. “Con ella muestro mi frustración sobre cómo el gobierno trata de solucionar unos problemas que había causado y la forma que cierran escuelas y después compran vagones para solucionar los problemas de espacio. Mi obra mira muchos espacios y cómo nos relacionamos con ellos. En este caso es una cosa triste, porque hago una premonición de que se pretende poner a los estudiantes a estudiar ahí”, manifestó.
ABIERTA HASTA ABRIL
‘no existe un mundo poshuracán: Puerto Rican Art in the Wake of Hurricane Maria’ es organizada por Marcela Guerrero, Jennifer Rubio Associate Curator, junto con Angélica Arbelaez, Rubio Butterfield Family Fellow y Sofía Silva, anterior becaria de curaduría y educación en arte Latinx de Estados Unidos. Estará abierta hasta el 23 de abril. Para más información, se puede acceder a https://whitney.org/.
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