La valiente decisión de Simone Biles
Simone Biles no defenderá su título de campeona olímpica en Tokyo 2020. Renuncia con valentía al honor de ser oro en dos Juegos Olímpicos seguidos para cuidar…
Simone Biles no defenderá su título de campeona olímpica en Tokyo 2020. Renuncia con valentía al honor de ser oro en dos Juegos Olímpicos seguidos para cuidar de su salud mental. Los medios de todo el mundo anunciaban ya su victoria por la superioridad de Biles respecto a sus competidoras, pero esta vez no podrá ser.
Solo dos gimnastas han batido ese récord antes. Larysa Latinina, la soviética que ganó en Melbourne 56 y Roma 60, y la checa Vera Caslavska que venció en Tokio 64 y México 68. Pero en este caso, la medalla es otra: el respeto y admiración del deporte de élite que valora su decisión de poner su salud mental por delante de los éxitos deportivos y el del resto de la sociedad.
“Apoyamos de todo corazón la decisión de Simone y aplaudimos la valentía que ha tenido al poner por delante su bienestar. Su coraje muestra, una vez más, por qué es una referencia y un modelo para tantas personas”, decía la Federación de Estados Unidos. El día anterior al anuncio, Biles decidió retirarse de la final porque se había sentido perdida durante el salto del potro.
Biles ya había anunciado en su cuenta de Instagram que sentía estar cargando el peso de todo el mundo sobre sus hombros, una experiencia muy dura. Después contó que desde su llegada a Tokyo se había ido estresando cada vez más y que temblaba tanto antes de las competiciones que no podía descansar. Según The New York Times, le dijo a su entrenadora: “No puedo seguir. No estoy en las condiciones mentales necesarias”. Dada la exigencia del deporte, un mínimo error puede costar una grave lesión a la que Biles no quiso exponerse.
Su sustituta será Jade Carey, junto a Sunisa Lee. Carey se había quedado sin plaza en la final porque solo pueden estar dos gimnastas por país. Biles todavía tiene que decidir si compite en cuatro pruebas más: potro, asimétricas, suelo y barra de equilibrio. De momento, ya ha anunciado su retirada de dos finales.
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El deporte de competición ha llegado al punto en que los profesionales no pueden completar su carrera sin la ayuda de un equipo de psicólogos. Biles, lejos de ser una persona frágil, ganó cuatro medallas de oro y una de bronce en Río 16. Su decisión de no asistir a las finales después de casi 5 años de preparación abre un debate sobre los límites del deporte de élite.
En las últimas Olimpiadas, Biles estuvo a punto de caerse de la barra de equilibrio en la que quedó tercera. Entonces ya dijo que se sentía frustrada por haber decepcionado a toda la gente que confiaba en que ganaría. Muchos medios la acusaron de traicionar a sus compañeras y de ser en una miedosa, en una ola de racismo y machismo.
Pero nada más lejos de la realidad. Biles sufrió, como muchas de sus compañeras, los abusos sexuales del médico del equipo de la federación estadounidense, Larry Nassar, durante toda su infancia y adolescencia. A pesar de ello, ganó el oro en Río 16 en cuatro ocasiones. Además, tenía una piedra en el riñón.
La llamada a suceder a Biles, la brasileña Rebeca Andrade, explicó recientemente que desde los 13 años necesita el apoyo de una psicóloga porque cada lesión la dejaba al borde de la depresión. También el velocista Trayvon Brommell, que se rompió el talón de Aquiles en los juegos de 2016, dijo dos años después que después de haber llegado al deporte pensando que le salvaría la vida, le hizo perder todo. En Tokio 2020 busca ahora ser el sucesor del jamaicano Usain Bolt.
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