Esta no es (solo) nuestra idea. Considero que es algo que piensan todos.

Bueno, creo que estaba en la mente de todos, pero también que nadie tenía la confianza suficiente –o el tiempo libre– para dar este simple primer paso que dimos en AL DÍA News Media el pasado 6 de diciembre.

Sin mucha ostentación, dimos el pistoletazo de salida en nuestra famosa sala de conferencias –recientemente equipada con micrófonos de alta tecnología y paneles a prueba de sonido–, a la conversación que necesitaba comenzarse con urgencia en Filadelfia. Lo hicimos de la mano de una pregunta que a todos nos rondaba por la cabeza.

¿Qué pasa con ‘los medios (de comunicación) y la ciudad’?, tabúes aparte.

Sobre la tumba de nuestro amigo Gerry Lenfest, quien plantó la semilla hace solo unos años con la creación del Instituto de Periodismo Lenfest, y la buena fe de amables amigos, como Alberto Ibargüen –presidente de la Fundación Knight–; o de aquellos hombres, desaparecidos hace mucho tiempo, que sentaron antes que nadie las bases políticas de nuestra nación, comenzando por la Primera Enmienda.

Con el respeto que todos ellos merecen en nuestros corazones y mentes, honremos un simple compromiso:

Mirar juntos por el futuro de nuestros medios de comunicación, que son esencialmente "públicos".

Lo son en el sentido de que siempre están anclados al apoyo del público, ya sea por los impuestos que WHYY recibe, o la otra mitad que proviene de las tarjetas de crédito de sus suscriptores leales. Aún más simple, los dólares en publicidad que el Inquirer, Phila Mag o AL DÍA ingresan, como empresas con fines de lucro que son, y que provienen directamente de los consumidores a los que se dirige esta publicidad, ya sea las madres de los barrios suburbanos o los millennials, o las personas de bajos recursos del norte de Filadelfia, que también gastan millones de dólares todos los días.

Si sigue el rastro del dinero, verá que casi cada dólar publicitario colocado en los medios de noticias puede rastrearse hasta el bolsillo del consumidor. Aprendí eso en la Escuela de Negocios de Harvard, durante una capacitación sobre Gestión de Juntas Corporativas.

Así que, ya seamos públicos, privados o sin fines de lucro (ProPublica viene a nuestras mentes), TODOS somos lo mismo, desde Billy Penn hasta Metro Newspaper, o al semanal super denso en publicidad Phila Business Journal, o Phila Magazine; todos dependemos de la confianza del público, o estamos anclados, edición tras edición, al ‘Public Trust’, literalmente, centavo a centavo.

En esta ciudad de abogados, honremos por una vez a quien llegó a lo más alto en el terreno legal, una profesión siempre cercana a lo que San Agustín definió hace 500 años como el oficio de “vendedores de palabras", que no es más que la profesión del periodismo –los medios de comunicación vinieron después–, nacida en los Estados Unidos hace aproximadamente 100 años, en 1908, con la fundación de la Escuela de Periodismo de Missouri, una de las primeras en suelo estadounidense.

Me refiero a un abogado muy poco conocido entre las nuevas generaciones, y probablemente olvidado entre los más mayores: Andrew Hamilton, un abogado local más conocido por su victoria legal en nombre del editor y periodista John Peter Zenger, en el año 1735.

Hace casi 300 años, amigos, y no debemos dudar en aplicar esta "tecnología antigua" a los problemas actuales en nuestros medios de comunicación, en nuestra ciudad, en nuestro estado y hasta en nuestra gran nación.

Fue Andrew Hamilton quien sentó los cimientos para ese principio simple, que luego se promulgó en nuestra Declaración de Derechos y se reforzó con múltiples decisiones en la Corte Suprema de los EE. UU.; que se estableció en Estados Unidos, por primera vez en la Historia de la Civilización Occidental: la simple idea de que la verdad es una defensa contra una acusación de difamación.

AL DÍA, acusado de difamación hace unos años por un conocido abogado de Filadelfia, y derrotado en una decisión judicial totalmente injusta que decidimos no impugnar (pensamos que ya teníamos suficiente), recibió el mayor privilegio que puede recibir un medio de comunicación:

Para evaluar el clima, este simple principio —que todas las personas tienen derecho a la libertad de expresión, a la libertad religiosa, y al derecho de reunión sobre agravios políticos—. Como dijo Lincoln, hablando de la moral general y legal de la nación en su memorable Discurso de Gettysburg:

Que una nación, así concebida, "no debe, desaparecer de la Tierra…”.

Feliz Navidad a TODOS, incluidos aquellos que pueden estar o no de acuerdo con este pensamiento pasajero en la víspera de las tres festividades religiosas.

Tenga unas vacaciones maravillosas, en compañía de su familia y amigos. ¡Se las merecen!

Happy New Year 2019!!

¡¡¡ Feliz Año 2019 !!!